La nueva oleada de la covid-19 en España ha desinflado el deseo y las expectativas puestas por las organizaciones agrarias ASAJACOAG y UPA de retomar una gestión normalizada desde septiembre por lo que la actividad telemática o semipresencial imperará en el día a día. Se asume que puede seguir el teletrabajo, la suspensión de congresos, los plenarios y las reuniones físicas. Pero cabe recordar el aviso del secretario general de Asaja Castilla-La Mancha, José María Fresneda,  que ha dejado muy claro que «va a haber un otoño inolvidable, con movilizaciones con mascarilla o sin ella«.

Efeagro ha consultado a sus líderes Pedro Barato (Asaja), Miguel Blanco (COAG) y Lorenzo Ramos (UPA) sobre esta «vuelta al cole» para determinar en qué medida podrán desarrollar su gestión en función de la situación epidemiológica actual, marcada por los numerosos rebrotes por toda la geografía española.

HABRÁ REUNIONES PUNTUALES IMPORTANTES PARA ABORDAR «PROBLEMAS» PERO  «SIEMPRE CON EL «PRINCIPIO DE PREVENCIÓN»

Asaja tiene abierta su oficina central en Madrid pero «con todas las previsiones y precauciones» adoptadas porque la intención es «dar el servicio físico» desde su sede, en palabras de Barato. Eso sí, «si hubiera cualquier tipo de problema, por pequeño que fuera, estaremos preparados para volver a la situación anterior» de teletrabajo en la que igualmente se dio «servicio» a «todos» los asociados y delegaciones provinciales, matiza.

Barato, personalmente, estará a caballo entre la sede madrileña y su explotación en Ciudad Real así como asistiendo a reuniones puntuales importantes para abordar «problemas» que hay en sectores como el olivar, la vendimia o el comercio internacional pero, «siempre», insiste, con el «principio de prevención». La celebración de grandes congresos -tenían algunos previstos en varias provincias- se han aplazado, informa.

En COAG su secretario general, Miguel Blanco, es franco: «No esperábamos una nueva oleada del covid como la que se está produciendo y, particularmente, en Madrid».

Sus expectativas de celebrar «algún plenario ahora en otoño» para abordar asuntos como la reforma de la Política Agraria Común (PAC) han caído en saco roto con esta nueva situación por lo que cree que, al menos, todo este mes se trabajará de forma telemática en la organización. De hecho, han hablado con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y han convenido en que es «muy arriesgado» celebrar ahora encuentros presenciales.

Lo lamenta porque, según su punto de vista, las reuniones físicas son «más efectivas» que las virtuales para debatir sobre otros temas que serán «clave» en este «otoño-invierno», como el «brexit», la Ley de la Cadena Alimentaria o la política arancelaria estadounidense.

Por eso, reconoce que «no podemos pensar en la dinámica anterior a la covid-19 y en que eso se recuperará a corto plazo» y cree que la actividad presencial «estará muy limitada a reuniones muy estrictas y estratégicas».

Para UPA, la intención era comenzar a «hacer vida normal desde principios de septiembre» y así lo habían acordado entre la organización y las estructuras territoriales; lo cual implicaba «ir todas las semanas a la oficina» central, según manifiesta su secretario general, Lorenzo Ramos. No obstante, las «circunstancias» actuales» con esta nueva oleada del covid hacen que nos replanteemos evitar viajes o desplazamientos innecesarios».

A pesar de ello, Ramos, como líder de la organización, sí tiene la intención de hacer algunos traslados para acudir a congresos territoriales de UPA, preparatorios del nacional que deberá celebrarse en abril de 2021.

Los hará maximizando las medidas de seguridad, como viajar en coche acompañado solo de una persona; limitando la estancia a lo necesario en la ciudad de destino; y los congresos que se celebren se harán respetando las normas vigentes en esa comunidad autónoma, señala. Se quiere mover «con prudencia» y por eso su visita a la sede madrileña también estará condicionada a las circunstancias sanitarias que vayan rigiendo.

El teletrabajo, la asistencia semipresencial al puesto laboral o a reuniones concretas y reducidas parece que primarán en las próximas semanas como la mejor opción por la que apuestan estas organizaciones agrarias para convivir con el coronavirus, a falta de que la situación epidemiológica mejore o llegue una vacuna de manera efectiva.

Otra cuestión será quá pase con las movilizaciones, que una gran parte del sector no solo no quiere frenar sino que ya las ha convocado pese a lanueva oleada del covid.

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