Francia todavía no está lista para ratificar el acuerdo comercial alcanzado entre la Unión Europea y el Mercosur, según anunció este martes 2 la portavoz del Gobierno francés, Sibeth Ndiaye, con lo que enfría el optimismo de muchos dirigentes, incluidos los españoles, y deja en el aiere un acuerdo que cada vez provoca más rechazo en el sector agroganadero español.

«Vamos a mirarlo en detalle y en función de esos detalles, decidiremos. Por el momento, Francia no está lista para ratificar» el tratado, señaló Ndiaye en una entrevista en el canal informativo «BFM TV».

Para la portavoz gubernamental, los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) deberán dar garantías a Francia para que ratifique el acuerdo, como ya sucedió con Canadá antes de rubricar su acuerdo comercial con la UE, el llamado CETA.

Critican que se haya aprobado sin analizar antes los efectos que tendrá en el ector agroganadero español

Desde el sector agroganadero español, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, quien ya se mostrara en repetidas ocasiones contraria al acuerdo comercial UE – Mercosur, lamenta que se haya aprobado sin haberse llevado a cabo un estudio profundo de impacto en el sector agroalimentario.

Unión de Uniones siente que se haya llevado a cabo esta firma preliminar y que el Gobierno de España esté tan orgulloso cuando sus productores serán los más perjudicados.

Unión de Uniones confía en que, durante el tiempo que queda antes de la ratificación de los Estados miembro y del Parlamento Europeo, que se estima que será ya a partir de septiembre-octubre, se pueda calcular un impacto real para Europa y sus Estados.

Igualmente, considera que su impacto no se puede medir por sí solo, sino que se suma a la larga lista de acuerdos comerciales, más de 70, que la UE tiene negociados con diferentes países terceros y bloques.

«No entendemos por qué el Gobierno español ha impulsado el cierre del acuerdo», critican desde Unión de Uniones. «Existen muy pocos estudios, pero todos coinciden en que Europa es la que pierde en esto».

Para Asaja, los productos agrícolas son utilizados como moneda de cambio frente a otros bienes

Por su parte, desde Asaja Málaga se insiste en que los productos agrícolas son utilizados como moneda de cambio frente a otros bienes, como los coches. Estos productos agrícolas, que se ven mermados, son en su mayoría españoles, mientras que los coches que se exportan a Mercosur no lo son. Es por ello que ASAJA Málaga lamenta los términos en los que se ha cerrado este acuerdo.

Así, recuerda que os principales perjudicados de la firma de este acuerdo en el sector agroganadero español son la carne de vacuno y pollo, los cítricos y el arroz.  Además, también desconocemos los términos relativos al control fitosanitario de plagas procedentes de Mercosur.

La situación es aún más preocupante, cuando el Comisario Europeo Phill Hogan reconoce que el acuerdo presenta algunos desafíos para los agricultores europeos que tendrán que ser compensados de alguna forma pero sin especificar cómo. Hogan, ha asegurado que la UE abrirá cuotas cuidadosamente administradas de productos agrícolas, que garanticen que no haya riesgos de que ningún producto inunde el mercado de la UE y, por tanto, amenacen el sustento de nuestros agricultores.

Preocupación por el impacto que tendrá en el arroz y los cítricos en la C. Valenciana

Finalmente, también desde Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana, como reporesentantes del sector agroganadero español, muestra su rechazo a los términos actuales del acuerdo comercial alcanzado entre la Unión Europea y Mercosur.

En el ámbito de las producciones tradicionales valencianas, los cítricos o el arroz también sufrirán en gran medida las concesiones recogidas en el acuerdo. En el caso de los cítricos, se ofrece la liberalización, progresiva y en un periodo de diez años, de las importaciones de zumo de naranja de Brasil, que ya copan el 90% del mercado comunitario. Ello supondrá el cierre de las pocas industrias que quedan en España, imprescindibles para el equilibrio del mercado de fresco, pues dan salida a los frutos de peor aptitud comercial, y se convertirá en un elemento más de tensión en la ya delicada situación económica y social de las zonas productoras.

En el caso del arroz, se ha ofrecido a Mercosur un contingente de 150.000 toneladas con un arancel de 290 euros/tonelada. La reciente aplicación de la cláusula de salvaguarda a las importaciones procedentes de Camboya y Myanmar demuestra los graves desequilibrios que suponen para el mercado europeo la entrada de arroz procedente de terceros países en condiciones claramente ventajosas frente a las producciones comunitarias. En este cultivo, cabe además tener en cuenta la sensibilidad medioambiental de las zonas productoras -caso de La Albufera- y la casi total ausencia de alternativas productivas viables, rentables y sostenibles.

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