Las graves deficiencias higiénico-sanitarias en plantas de transformación y sacrificio de porcino detectadas por delegaciones gubernamentales de México y Corea del Sur con el fin de autorizar nuevos centros de producción o renovar las licencias de exportación a empresas ya homologadas ya tienen sus consecuencias: El Ministerio de Sanidad ha suspendido a dos de cada tres mataderos, y de un total de casi 400 empresas que se han presentado, solo 130 han conseguido pasar la primera criba para poder exportar de nuevo.

Ahora, según ha publicado María García Juárez en eleconomista.es, las plantas aprobadas, deberán ser auditadas in situ por las autoridades sanitarias mexicanas, que considerarán si estos mataderos cumplen los requisitos higiénicos y sanitarios para exportar al país. No obstante, todavía no hay fecha para cuando se harán.

El año pasado México dio un plazo de seis meses, hasta el próximo abril, para gestionar la auditoría de los mataderos españoles, ya que se detectaron fallos y deficiencias higiénico-sanitarias y problemas de seguridad alimentaria. A raíz de esto y debido a los plazos tan ajustados, el ministerio de Agricultura tuvo que pedir ayuda a Sanidad para poder cumplir con los tiempos impuestos desde México, y así aligerar el proceso del prelistado.

El último comunicado interno emitido por Anice (la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España), y al que ha tenido acceso elEconomista.es, alerta de su preocupación y pide «solicitar a las autoridades mexicanas una ampliación del plazo concedido, dado lo riguroso y complejo del proceso que se está siguiendo por las autoridades españolas para garantizar que los establecimientos seleccionados cumplan todos los requisitos demandados por México».

ADEMAS SE HA DETECTADO PROBLEMAS DE TRAZABILIDAD EN LOS LOTES EXPORTADOS

La patronal reclama «confeccionar una única lista de establecimientos a presentar a las autoridades mexicanas, para lo cual es urgente la comunicación a las empresas de las no conformidades detectadas». Dicho comunicado también exige «organizar una jornada informativa para los establecimientos con el cuestionario a subsanar, con objeto de focalizar los puntos débiles comunes detectados y que estos puedan adoptar las medidas correctoras oportunas».

Las dificultades, no obstante, van en aumento porque se habrían detectado además problemas de trazabilidad.

De hecho, Anice reconoce en uno de sus informes que «desde el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación informan que últimamente son bastantes los contenedores que se exportan a México con certificados de exportación en los que se indican números de lotes no correspondientes con los lotes exportados que aparecen reflejados en las etiquetas». Esto es un problema ya que en caso de problemas sanitarios es imposible rastrear la procedencia de los lotes.

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