La sectorial del viñedo y el vino de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) ha pedido al Departamento de Agricultura de la Gedneralitat catalana que estudie el marco normativo y presupuestario para posibilitar también el arranque definitivo de viñedos como medida para restablecer el grave desequilibrio entre oferta y demanda que vive el sector vitivinícola en Cataluña. La propuesta ha sido expuesta durante la última reunión de la Mesa Sectorial del Viñedo y el Vino convocada por la consejería de Agricultura.

 Isabel Vidal, responsable de la sectorial del Viñedo y el Vino de JARC, indica que esta medida de arranque definitivo de viñedos debe acompañarse de otras, más estables en el tiempo, que ya se están trabajando. La entidad ve con buenos ojos establecer una ayuda para producir mosto concentrado rectificado, proveniente de uva apta por una denominación de origen protegida, para la segunda fermentación de los vinos espumosos de calidad y para el posterior desgüelle. Dirigir una parte de la cosecha a la elaboración de este mosto permitiría reducir la oferta de uva para vinificación y establecer un proceso de economía circular en la producción de cavas y vinos espumosos de calidad.

La organización agraria seguirá reclamando modificar la normativa que regula el potencial de producción vitícola para ampliar a 8 ó 10 años el periodo establecido entre el arranque de una parcela de viñedos y su replantación. Actualmente, hay que hacerlo en un periodo máximo de 5 años, lo que obliga a los productores a replantar los viñedos en momentos poco favorables. Ampliar este periodo puede contribuir también a reducir la producción.

Desgraciadamente la opción por el arranque no es nueva en Cataluña. La Asociación Empresarial de Fruta de Cataluña (Afrucat) ya pidió hace ahora un año «unidad de acción» y un plan de arranque de 10.000 hectáreas en toda España para «salvar» a la fruta de hueso.

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