La Asociación Empresarial de Fruta de Cataluña (Afrucat) ha pedido «unidad de acción» y un plan de arranque de 10.000 hectáreas en toda España para «salvar» a la fruta de hueso.

En un comunicado, Afrucat ha estimado que este plan de arranque, que solicitarán al Gobierno central, sacaría del mercado un 25% de la producción española (unos 300 millones de kilos de melocotones y nectarinas) y eso haría bajar la «presión de precios» en el mercado.

El director general de Afrucat, Manel Simon, ha considerado que esta medida de un plan de arranque sería suficiente para revertir la tendencia negativa de pérdidas que sufre el sector desde finales del verano del 2014 en que se inició el veto ruso.

La asociación ha cuantificado en 90 millones de euros lo que perderá la fruta de hueso catalana esta campaña y también cifra en 50 millones lo que debería invertir el Gobierno español en incentivar el plan de arranque, más amplio que el aprobado a finales de 2018 en Cataluña.

Entre otras medidas propuestas por Afrucat se encuentran la aplicación de reducciones de la presión fiscal a los fruticultores, y la disminución de los costes de producción así como la implementación de las innovaciones existentes y de las concentraciones empresariales a través de la unidad productiva de diferentes empresas.

Unión de Uniones pide ayudas de mínimis para la fruta dulce

Por su parte, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos reclama ayudas de mínimis al sector de la fruta dulce que atraviesa una grave crisis desde hace años, habiendo hecho un acto protesta en Lleida por parte de Unió de Pagesos.

Unión de Uniones pide al Estado la articulación de ayudas de minimis para garantizar liquidez al sector y poder hacer frente a los costes de producción de la próxima campaña, además de un plan de arranque estatal de melocotón y nectarina para retirar de la producción de 5.000 hectáreas del mercado con el objetivo de reequilibrar la oferta y la demanda.

En la misma línea demanda también un nuevo plan de reconversión varietal para desestacionalizar los picos de producción; dejar de subvencionar, temporalmente, las nuevas plantaciones de melocotón y nectarina dentro de los programas operativos (como ya se ha hecho en las ayudas a la modernización del Plan de Desarrollo Rural), y la transposición urgente de la Directiva europea 2019/633 para de poner fin a la deficiente regulación de los contratos de depósito, fuente de abusos y competencias desleales a los agricultores.

Con respecto a este tema, la organización insiste en la urgente necesidad de modificar la regulación de la venta a pérdidas para que incluya, además del precio de compra del producto en origen, los costes fijos y variables de acondicionamiento, transformación y comercialización.

Asimismo, propone que se habilite un sistema de seguimiento de precios en origen transparente y de validez estadística, dado que los actuales precios que comunica el Ministerio a la Comisión Europea no reflejan la situación de crisis que sufre el sector, motivo que sirve excusa a la Comisión por no aplicar ninguna medida extraordinaria de las previstas en la Organización Común de Mercados de productos agrarios.

Entre las medidas propuestas también se encuentra la adecuación de la fiscalidad para el campo que tributa por el sistema de módulos en el IRPF y el incremento de los gastos de difícil justificación para los que están dentro del sistema de estimación directa del IRPF, así como la exención del IBI de rústica (a compensar a los ayuntamientos por parte del Estado) y la exención del pago de las cuotas de la Seguridad Social.

Unión de Uniones ya alertó el año pasado que el Plan de medidas para la mejora del sector del Ministerio no preveía ninguna medida de impacto a corto plazo que permitiera recuperar el precio en origen de la fruta dulce y, especialmente, el de la pesca y la nectarina, para intentar evitar la crisis de precios que nuevamente se está produciendo.

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