Unos días después de que desde el mismo MAPA se pidiera al sector olivarero que fuera «más realista» en sus ofertas, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha pedido a la Unión Europea (UE) que las próximas licitaciones para el almacenamiento de aceite de oliva sean «más realista» para lograr el objetivo de «regulación del mercado».
Planas ha declarado a los periodistas que el almacenamiento «no es la única solución para el sector» antes de visitar la almazara Pago Las Monjas de Montoro (Córdoba) junto al director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Qu Dongyu.
El ministro ha afirmado que el aceite de oliva precisa de «promoción» y la «extensión a otros mercados», aunque ha añadido que solo después las cuatro licitaciones a finales de febrero se podrá hacer una valoración del alcance real de la medida.
El ministro ha afirmado que «nadie quiere cubrir pérdidas con esta licitación», sino que el precio del aceite se incremente
No obstante, Planas ha revelado que se ha transmitido a la Comisión Europea que se espera y desea que las próximas licitaciones sean «más realista» para conseguir la regulación de mercado.
El ministro ha afirmado que «nadie quiere cubrir pérdidas con esta licitación», sino que el precio del aceite se incremente, como «justamente merecen» los productores y agricultores.
Dongyu ha subrayado que el chino puede ser uno de esos «nuevos mercados» y ha resaltado que él mismo promocionará el aceite de oliva en su país.
Este jueves se ha abierto la segunda licitación para el almacenamiento de aceite de oliva, un mecanismo con el que la UE pretende ayudar al sector a afrontar los bajos precios y regular el mercado, pero que en su primera licitación solo llegó al 3 por ciento de los solicitantes españoles.
El precio del litro de aceite de oliva acumula meses de caídas y, actualmente, se puede encontrar en el supermercado apenas por encima de dos euros, un precio históricamente bajo ante el que el sector sólo ve una solución: poder retirar producto del mercado.
El llamado «almacenamiento privado», ya autorizado por Bruselas, es una medida comunitaria que permite al sector recibir ayudas por hacerlo.
El resultado de la primera licitación para acogerse a esta herramienta ha encendido los ánimos del sector, cuyos representantes lo calificaron públicamente de «fracaso», «decepción», «vergüenza» e incluso «tomadura de pelo», ya que la Comisión Europea (CE) apenas admitió que se retirase el 3 por ciento de las 120.000 toneladas que los productores españoles pretendían almacenar.