El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) ha publicado este miércoles 8 el Avance del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) correspondiente al año 2019. Estos datos preliminares, que España tiene obligación de enviar a la Comisión Europea anualmente, estiman que las emisiones brutas de CO2 equivalente ascendieron a 313,5 millones de toneladas el pasado año, lo que supone una caída  de un 6,2% respecto a 2018. De esta caída, la agricultura, pese a los ataques constantes, ha aportado un descenso del 1,4% en ese año.

Estos datos preliminares a nivel general muestran que las emisiones de CO2 equivalente han registrado una disminución global en 2019, pese a que fue un año hidrológico seco, con un descenso de la producción hidráulica del -27,6%, y en un contexto económico favorable, con crecimiento del PIB del 2%, lo que muestra un desacoplamiento de las emisiones con respecto al crecimiento económico.

El transporte sigue siendo, como en años anteriores, el sector más emisor y supone en 2019 el 29% de las emisiones en términos de CO2 equivalente, seguido de la industria (20,6%), la generación de electricidad (13,5%), la agricultura y ganadería en su conjunto (12,5%), el consumo de combustibles en los sectores residencial, comercial e institucional (8,8%), y los residuos (4,3%).

Las emisiones derivadas de la maquinaria agrícola, forestal y pesquera (3,7% del total de emisiones nacionales) también se redujeron (-1,3%) en 2019 con respecto al año anterior, debido al descenso en el consumo de gasóleo B.

El sector de la agricultura (12,5% de las emisiones que incluyen las emisiones de la ganadería) muestra un descenso del -1,4%,pese a los  constantes ataques que sufre de determinados sectores. En el ámbito ganadero, pese al ligero crecimiento de las cabañas ganaderas (responsables del 67,2% de las emisiones de este sector), las emisiones se redujeron un 0,4%, debido fundamentalmente a las procedentes de la gestión de estiércol (-1,0%) y a las procedentes de la fermentación entérica (-0,1%). Las emisiones debidas a los cultivos disminuyeron un -3,4%, fundamentalmente por los descensos de emisiones de N2O derivadas de la gestión de suelos agrícolas debido al menor uso de fertilizantes inorgánicos respecto al año anterior (-3,2 %) y de emisiones de CO2 derivadas de la aplicación de urea (12,4 %).

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