“Tiempos excepcionales requieren de medidas excepcionales”. Así lo cree la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), que ha propuesto a España y a Europa actuar “con valentía y urgencia” para proteger a los agricultores y ganaderos europeos de los vaivenes que ya venía sufriendo el sector agroalimentario y que la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha terminado de empeorar. Por eso, señalan que los agricultores plantean sembrar girasol en lugar de arroz o maíz para adaptarse a la sequía y garantizar la producción de piensos

Meses antes de que Putin lanzase su “inaceptable” invasión sobre Ucrania el sector agroalimentario venía haciendo frente a una brutal subida de costes de producción. Piensos, fertilizantes, combustibles y tarifas eléctricas lideraban el incremento del coste de los insumos desde finales de 2021. La invasión ha terminado de reventar una situación ya de por sí complicada en el campo, aseguran desde UPA, coyuntura a la que se suma además la sequía que arrastra España en los últimos meses.

En opinión de la organización agraria, la clave ahora debe ser garantizar la producción de alimentos para todo el continente. A su juicio, es momento de realizar política agraria “inteligente y ágil”. “Los agricultores y ganaderos estamos a disposición de la sociedad para seguir produciendo alimentos, pero los Gobiernos deben adaptar las normativas a una situación de guerra como la que estamos viviendo”, aseguran.

MEDIDAS DE ‘GUERRA’ EN EUROPA

UPA cree que se deben flexibilizar las exigencias de la PAC para incrementar la producción. En ese sentido, se debe eliminar la exigencia de sembrar al menos tres cultivos a los agricultores que tengan más de 30 hectáreas o dos a los que tienen entre 10 y 30 hectáreas. También se debe permitir que el 5% de superficie destinada a zonas de interés ecológico, si se pensaba declarar sobre barbechos, que éstos se puedan sembrar de oleaginosas.

La organización cree que se debe permitir el pastoreo de las zonas de interés ecológico y en los barbechos con cubierta vegetal, sin poner el riesgo el cobro de las ayudas PAC, ayudas cuyo pago Europa debe permitir adelantar dadas las circunstancias. También debe permitirse la alimentación convencional para la ganadería ecológica. Otra de las herramientas puede ser destinar fondos no ejecutados del FEADER a medidas de ayudas directas para los sectores más afectados.

UPA cree que la escalada de costes energéticos es “inasumible” y debe abordarse con cambios normativos “de calado” a nivel europeo. “El sistema de fijación de precios de la electricidad debe cambiar y los costes de combustibles, fertilizantes y fitosanitarios deben vigilarse con lupa para evitar prácticas especulativas con las que algunos hacen el agosto a costa de la ruina de todo un sector”.

NO CUESTIONAR EL MERCADO EUROPEO Y EL PAPEL DE ESPAÑA

UPA cree en todo caso que no es momento de poner en entredicho el mercado agroalimentario europeo: “España debe y puede producir alimentos para la sociedad española y europea. Debemos avanzar en soberanía alimentaria, pero sin cuestionar la necesaria lucha contra el cambio climático ni dejarnos arrastrar por medidas cuyos efectos pueden ser perniciosos”, han declarado.

“España es una potencia agroalimentaria, y nuestra posición debe afianzarse con medidas de apoyo a los agricultores y ganaderos”, afirman desde UPA. En esa línea, piden que se convoquen ayudas directas para los productores. También debe blindarse la devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos, una medida de apoyo fiscal que “hoy tiene más sentido que nunca”, y que deberá complementarse con otras medidas de esta índole. Por contra, los agricultores plantean sembrar girasol en lugar de arroz o maíz para adaptarse a la sequía y garantizar la producción de piensos.

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