La Asociación de Ganadería y Ganadería Agromuralla ha denuncia que algunas de las medidas aprobadas por el Gobierno Central para tratar la inflación representan «una trampa para las granjas lecheras», tanto en la bajada del IVA al 0% de la leche, que carga sobre los ganaderos, como en la rebaja del precio del gasóleo, lo que les lleva a denunciar que «estamos financiando las medidas electorales del Gobierno».

Como resultado de la reducción del IVA de la leche del 4% al 0%, las empresas obligan a pagar el IVA a los agricultores en sus facturas para la compra de leche, mientras que las granjas tienen que continuar pagando impuestos sobre sus compras de insumos, sin tener la posibilidad de compensarlo en las declaraciones trimestrales con las cantidades recopiladas por este concepto.

Esta situación causará un «desajuste financiero significativo en las granjas», informa Agromuralla, ya que estas son cantidades importantes que las granjas no podrán recuperarse en más de un año.

«En el trimestre, la diferencia resultante del IVA se implementa menos que la compatible, por lo que el monto a pagar no será compensado y tendremos que esperar hasta el 31 de diciembre para poder solicitar la devolución, que no cobraremos hasta mayo de 2024, informa Agromualla.

DIFERENCIAS ENTRE GRANJAS

Esta medida también representa una «discriminación entre las granjas», ya que la aplicación de la reducción del IVA dependerá del régimen en el que se enmarcan al determinar el rendimiento de su actividad.

Esta situación desde el IVA hasta el 0% afecta solo a las granjas que están en estimación directa, un sistema que se requiere aquellos que facturan a más de 250.000 euros al año, pero por lo que se comprometen cada vez más ganado con menores ingresos, ya que son profesionales. La modalidad de la declaración de IVA mensual no se extiende entre las granjas gallegas debido a la complejidad en su gestión y los costos adicionales que conlleva.

Por el contrario, las granjas que permanecen en el sistema de módulos, a menudo con menos ganado, continuarían cargando el IVA por la venta de su leche, en este caso 10.5%, ya que no hacen una declaración trimestral y se consideran un ingreso adicional de la granja.

Las industrias que recolectan en Galicia se comunican con los productores en estos días este cambio en la facturación de la leche para aplicar en las compras y colecciones que están haciendo en enero, aunque algunos de ellos, como Nestlé, ya han aplicado esta medida en la leche en el mes de diciembre, facturado el 9 de enero, y al que la compañía suiza ya ha aplicado la tasa impositiva del 0%.

Esta reducción estaría en vigor al menos en la primera mitad del año, como se establece en el Decreto Real 20/2022 del 27 de diciembre, que establece que estas ventas de impuestos permanecerán en vigor hasta el 30 de junio, pero incluso podrían extenderse hasta que la tasa de inflación subyacente del año (que excluye la energía y los alimentos no elaborados) permanece en los altos niveles actuales.

«ESTAMOS FINANCIANDO LAS MEDIDAS ELECTORALES DEL GOBIERNO»

Como en el caso de la reducción del IVA a la leche, el sistema elegido para el mantenimiento del bono de 20 cémtimos por litro al diesel agrícola significa que «los agricultores tienen que avanzar el dinero», informa Agromuralla, ya que la ayuda se otorgará a los agricultores que ejerzan su derecho a devolver las cuotas del impuesto especial de hidrocarburos. La devolución se puede solicitar a partir del 1 de abril, pero no se le cobrará hasta 2024.

«Los productores de leche están siendo un banco para el gobierno, financiando las medidas electorales del Gobierno», se quejan en Agromuralla. El desajuste contable causado en muchas granjas hará que tengan problemas de liquidez a altos costes de producción, como los que se dan en este momento, ya que el hecho de que no ingrese al IVA para la venta de leche afectará el dinero circulante disponible para las granjas para pagar inversiones, créditos y compras.

De manera similar, Agromuralla considera que las medidas como la reducción del IVA a una serie de productos considerados básicos «solo significa prejuicio para los productores y pocos beneficios para los consumidores», ya que «los efectos previstos en la cesta de la compra no se suministran desde la compra porque muchos supermercados aumentaron los precios de la primera artificialmente, por lo que son tan caros como antes de que bajase el IVA», lamentan.