Las organizaciones profesionales agrarias y las centrales sindicales han llegado este martes 23 a un acuerdo sobre el convenio del campo, al incluir las tablas salariales de 2016, 2017 y 2018 con la actualización correspondiente al incremento del Salario Mínimo Interprofesional de 2019 y 2020. Esto ha permitido desbloquear la situación, que vuelva la paz al campo extremeño y parar la huelga convocada para los próximos días 1, 2 y 3 de julio, en plena campaña hortofrutícola.

Así lo han confirmado a Efeagro los responsables regionales de UPA-UCE y COAG, Ignacio Huertas y Juan Moreno Campillejo, respectivamente quienes han precisado que una vez alcanzado el acuerdo, en la mediación previa a la convocatoria de la huelga por parte del Servicio Regional de Arbitraje, el Instituto de Relaciones Laborales ha redactado el texto y el acta de la reunión, que se ha firmado por las partes. El convenio del campo de Extremadura es el más importante de la comunidad autónoma ya que marca las condiciones laborales de 65.000 jornaleros y de unas 7.000 empresas en la región.

Para APAG Extremadura Asaja, la firma ha sido posible una vez que «se ha vuelto al documento inicial pactado entre las partes el pasado 4 de junio, tras una rúbrica frustrada por el intento de alguna de las partes de incluir nuevos puntos, como una tabla salarial, que no estaba consensuada». Según ha destacado el presidente de APAG Extremadura Asaja, Juan Metidieri, se ha llevado a cabo un «esfuerzo» de responsabilidad para conseguir lo mejor para el campo extremeño.

DESTACAN QUE LO IMPORTANTE DE LA FIRMA ES QUE ALCANZA LA PAZ SOCIAL EN EL CAMPO EXTREMEÑO

Sin embargo, la paz llega con mucha tensión, ya que el represente de APAG, García Blanco, abondonó la mesa por la actitud “chantajista”, con insultos “incluidos”, que han mantenidos los sindicatos y anunció su decisión de «volver a su idea inicial, que quedó aparcada como gesto para llegar a un acuerdo», de impugnar el convenio, aunque ya por la tarde se ha firmado el convenio.

Por su parte, Ignacio Huertas (UPA-UCE), ha destacado la importancia de la firma del convenio del campo y la recuperación de la «paz social» en el campo extremeño.

En ese sentido, Huertas ha señalado esta como la mejor noticia para los fruticultores», que se enfrentaban a una huelga en plena campaña de recogida a principios del mes de julio, «con 40 grados y con la necesidad de abastecer el conjunto de los mercados».

Para el dirigente de UPA-UCE, lo acordado no contempla cambios significativos con respecto a lo que ya se acordó el pasado 4 de junio, cuando fue imposible cerrar el texto del convenio, ya que «en definitiva lo que único que se hace es plantear que las tablas salariales de 2016, 2017 y 2018 se actualizarán cumpliendo la legislación vigente con respecto al Salario Mínimo Interprofesional», algo que ya se «sobreentiende».

Huertas ha hecho hincapié en que UPA-UCE ha trabajado en la negociación «desde el rigor y al responsabilidad» y ha lamentado el «esperpento» montado por algunas de las partes que atendían a «intereses partidistas» y a un deseo de «generar conflicto en el campo extremeño».

Para esta organización agraria, según su líder regional, es «un buen acuerdo», pues integra el modelo de registro horario y permite una validación mensual, la flexibilidad laboral y baja del 75 al 20 por ciento el incremento de la hora y media extra.

Saturnino Lagar, por parte de CCOO, se ha felicitado por la firma de este convenio, que es «importante, porque garantiza el salario, el bienestar y los derechos de 65.000 trabajadores del campo extremeño.

Lagar ha destacado también que finalmente el texto del convenio recoja cómo calcular las tablas salariales, así como que se haya firmado antes del próximo día 30 de junio, cuando terminaba la prórroga firmada el 16 de diciembre y empezaba a aplicarse la ultractividad, con lo cual se perdería la vigencia del anterior convenio y de los derechos recogidos en él.

×