La patronal cárnica se planta ante los planes del Ministerio de Agricultura de crear una nueva Indicación Geográfica Protegida (IGP) general para el  jamón serrano. La Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (FECIC), que impulsó inicialmente el proyecto frente a la oposición de las denominaciones de Teruel, Trevélez (Granada) y Serón (Almería), ha rectificado y se opone ahora a la medida, con la presentación incluso de un recurso contra la normativa. Fuentes de la patronal han declinado, sin embargo, hacer por ahora ninguna valoración al respecto sobre este cambio de postura, según recoge Javier Romera en eleconomista.es.

El Gobierno pretende con esta nueva indicación genérica frenar la proliferando en los últimos años tanto en Latinoamérica como en Europa -fundamentalmente en Francia, Italia y Portugal- de productos que se venden como serrano pero que no tienen en realidad nada que ver con España.

UNA DECISIÓN POLÉMICA QUE HA PROVOCADO EL RECHAZO DE LAS DO

La nueva indicación establece que «el proceso de elaboración del jamón serrano requiere una combinación singular y exclusiva de un conjunto de factores, desde su base anatómica, su proceso de curación, la climatología, la microflora del entorno, los parámetros específicos de su proceso, etc., factores que son exclusivos de España y que, al combinarse, consiguen la calidad y las características organolépticas y morfológicas del producto, que le han otorgado la reputación», que tiene a nivel mundial.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) adoptó una decisión favorable para que el jamón serrano español pase de contar con el sello de calidad de Especialidad Tradicional Garantizada (ETG) a registrarse como Indicación Geográfica Protegida IGP Jamón Serrano., según se desprendía de dos resoluciones ministeriales que el pasado 12 de enero y publicadas el Boletín Oficial del Estado (BOE).

La decisión de impulsar una Indicación Geográfica Protegida de ámbito nacional ha generado un gran malestar entre las dos ya existentes en España de jamón serrano, que podrían estar condenadas así a desaparecer. Se trata, en concreto, de la IGP de Trevélez, en la provincia de Granada, y la de Serón, en Almería.

Al igual que ha hecho ahora FECIC, la Asociación Española de Denominaciones de Origen presentó ya un escrito contra la creación de la IGP jamón serrano. Rebeca Vázquez, coordinadora general de la denominaciones agrupadas en Origen España, explicaba ya hace un año que el jamón serrano es un caso muy concreto, pero advertía de que «no se puede abrir la puerta a que mañana pueda utilizarse la marca España de forma genérica para otros productos alimentarios». La asociación considera que las denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas deben su especificidad a factores naturales y humanos presentes en una zona acotada, «que en ningún caso puede ser la totalidad del país» y defienden de este modo su diferenciación.

Por contra, la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), sí respalda la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para el jamón serrano, cumpliéndose así el objetivo de unas 200 industrias, al considerar que los cambios en los reglamentos de las IGP en Europa facilita su aprobación.

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