La Ley de la Cadena Agroalimentaria se hizo y se ha reformado para equilibrar los intereses de todos en el campo con el respaldo de todos. Un respaldo que se escenificó perfectamente en las movilizaciones del sector para reclamar unos precios justos que la pandemia acabó frustrando. Pero lo que unió la necesidad, lo ha acabado dividiendo la realidad. A raíz de la pandemia, que ha acentuado seriamente no solo la situación de la mayoría de las producciones agrícolas y ganaderas por el efecto del cierre del canal Horeca, los precios en origen ha ido viviendo una situación de crisis aún mayor. Y esto está provocando, de forma soterrada, que aquella unidad de la que se hacía gala a primeros de año con los tractores tomando las carreteras se haya pasado a un enfrentamiento de casi de todos contra todos. Y lo que es más preocupante, sin que de momento se vislumbre una posibilidad de acuerdo a corto plazo para solventar estas tensiones..

Y es que las tensiones por los bajos precios ha ido incrementado el enfado de los productores que poco a poco han ido evolucionando sus críticas, apuntando primero a la distribución y la industria, luego a los comerciantes y almacenistas y, finalmente, a las propias cooperativas. Unas situación que ha provocado que el pasado lunes, en una coincidencia pero también un reflejo de lo que se está viviendo en el campo, el presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España, Ángel Villafranca, por un lado, y el Secretario General de ACCOE, José Manuel Álvarez, y Jesús María Fernández, Cereales SERABUR de forma de conjunta, salieran a la palestra para defender sus organizaciones y mandar un recadito a quienes les critican, especialmente a muchos agricultores.

Y aunque todo el mundo asume que la opinión de Villafranca tenía un destinatario concreto, y se podría decir que personal, no obvia que el mensaje era para todo el mundo, con esa frase final de «amigos de las OPAs, un poco de altura de miras y de objetividad con las cooperativas», que posteriormente ratificó en su asamblea general al señalar que «no somos el problema del sector, somos la mejor solución para la defensa de la renta de los agricultores y ganaderos», para posteriormente poner el dedo en la llaga de lo que está pasando, al señalar sobre la cada vez más problemática Ley de la Cadena Alimentaria que «hay que mejorar los precios que perciben agricultores y ganaderos pero también hay que tener en cuenta las circunstancias de los mercados”.

ORGANIZACIONES Y COOPERATIVAS, «DEBERÍAMOS» ESTAR UNIDOS

Y es precisamente esta cuestión la clave de toda esta controversia, hasta qué punto las propias cooperativas deben ser empresas o deben ser más representantes o portavoces de sus socios, que es decir lo mismo que del sector. Y no es un debate fácil. Y la Ley de la cadena no ha venido principalmente a clarificarlo, sino más bien a confundirlo más y a dividir al campo.

De hecho, desde agroinformacion.com, se ha pedido la opinión de las organizaciones agrarias sobre qué está pasando ahora mismo y la respuesta mayoritaria ha sido la de «preferimos no hacer declaraciones», quizás para no aumentar las tensiones y porque no quieren enturbiar las relaciones. Sin embargo, of de record, todas coinciden en dos cuestiones. Que la unidad de acción del campo mostrada por el sector en las movilizaciones «se mantiene, porque las convocaron  ASAJACOAG y UPA, y ahí no hay fisuras», para matizar que «Cooperativas solo se sumó en algunas protestas concretas y en determinadas zonas», lo que no deja de ser toda una declaración de intenciones por parte de las OPAs. En la otra, que el Gobierno tampoco está haciendo nada por hallar una solución a estas tensiones.

Sí ha hablado Unión de Uniones, que ha ido por libre en casi todas las protestas, y por medio de responsable de Organización, Joan Caball, ha sido el más claro a la hora de fijar la postura de su OPA y de tender puentes al entendimiento, al señalar que «en Unión de Uniones no negamos la realidad del mercado, pero la lucha contra el fraude, la revisión de la Ley, las sanciones ejemplarizantes a quien la incumpla, la protección de nuestro modelo productivo frente a las importaciones, el apoyo prioritario a las cooperativas que concentran e internacionalizan o promover una mayor legitimidad, transparencia y eficacia de las interprofesionales son actuaciones que nos aproximarán a lograr mejores precios para nuestras producciones y a poder sacar adelante a nuestras familias en esta profesión. No se puede no se puede contemporizar con lo contrario en ningún caso. Sería condenarnos a la precariedad.  Y en este punto, organizaciones y cooperativas, deberíamos estar unidos, si no seríamos hipócritas al decir que velamos por el campo».  Aunque eso sí, destaca la palabra «deberíamos». Toda otra declaración de intenciones.

Otra cuestión, pero dentro de esta ruptura en el campo, es en el tema de los precios de los cereales, a pesar de que llevan ya varias semanas subiendo, como se reflejó desde Accoe. Aquí el enfrentamiento es de todos contra todos. productores contra cooperativas, comerciantes contra agricultores (en especial por sus acusaciones de especulación), y comerciantes contra cooperativas al comenzar a ocupar su sitio. Unas tensiones, igualmente soterradas, pero que como todo lo que pasa en el campo tiene a la Ley de la Cadena como telón de fondo.

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