Las 6.000 explotaciones de ovino y caprino de Cuenca, Ciudad Real, Toledo y Albacete, que tienen alrededor de 3,5 millones de cabezas, están inmovilizadas desde este martes debido a la viruela ovina, enfermedad altamente contagiosa y con una elevada mortalidad entre los animales pero que no afecta al humano ni a la leche o queso que producen.

La directora general de Agricultura y Ganadería de Castilla-La Mancha, Cruz Ponce, ha informado en rueda de prensa sobre la situación de la viruela ovina, que se detectó en septiembre de 2022 en diez explotaciones de la provincia de Cuenca, en las que se han sacrificado casi 40.000 animales: 29.000 cabezas en seis focos de Villaescusa de Haro y 8.500 animales en cuatro focos localizados en Tébar y La Alberca de Záncara.

La decisión de inmovilizar esas 3,5 millones de cabezas de todo el ovino y caprino de la región (excepto Guadalajara, que tiene una cabaña muy minoritaria) se ha tomado al encontrar esta semana animales con síntomas compatibles con la viruela en una explotación de gran tamaño de la provincia de Ciudad Real, alejada, por tanto, de los focos que ya había en Cuenca.

La viruela ovina está incluida en la categoría A dentro del reglamento de enfermedades animales de la Unión Europea, lo que implica adoptar una serie de medidas en caso de detectarse focos.

En este momento Castilla-La Mancha es la única región europea con viruela ovina ya que en Andalucía han finalizado los focos. De hecho, el virus llegó a Cuenca desde una explotación de Granada.

PARA FRENAR LA FACILIDAD DE PROPAGACIÓN, LA CONSEJERÍA HA DECIDIDO CERRAR TODOS LOS CEBADEROS DE LA REGIÓN

Desde que se detectaron casos de viruela ovina en Cuenca se han aplicado una serie de medidas como declarar una zona de restricción hasta 10 kilómetros a la redonda, el sacrificio en las explotaciones positivas de todos los animales, como fija la normativa europea y española, y elaborar encuestas epidemiológicas en explotaciones, control de calidad de la leche y toma de muestras (10.000) en explotaciones cercanas a las zonas de restricción.

Detectar el caso sospechoso en Ciudad Real supone que el origen más probable de ese contagio es el movimiento ganadero y para frenar la facilidad de propagación la Consejería ha decidido cerrar todos los cebaderos de la región, excepto Guadalajara, y autorizar solo movimientos de animales con destino a matadero aunque se podrá seguir recogiendo leche en las explotaciones y los animales también pueden pastorear.

Las restricciones para esas 3,5 millones de cabezas, que serán publicadas mañana o el jueves en el Diario Oficial de la región, se deben aplicar desde este martes e incluyen limpiar y desinfectar correctamente los medios de transporte y ampliar el ámbito de toma de muestras hasta llegar a 500 explotaciones en dos meses.

No hay un plazo para la medida ya que dependerá de cómo evolucione la situación y de los resultados de las muestras, pero «la idea», ha dicho Cruz Ponce, es que los cebaderos terminen de completar su ciclo de cebo (entre uno y dos meses), envíen los animales al matadero, desinfecten las instalaciones y se pueda reanudar la actividad «con la mayor seguridad».

La directora general ha precisado que «lo positivo» de estas medidas sanitarias, que ha reconocido resultan «onerosas y gravosas» para ganaderos, administraciones y mercados, es que las explotaciones van a poder seguir cebando para llevar a matadero.

«Esta enfermedad está afectando a un sector muy importante para la ganadería de Castilla-La Mancha, con fuerte vocación exportadora, y debemos conducirnos todos con la mayor prudencia», ha señalado Ponce quien ha afirmado que las medidas son necesarias para «evitar males mayores».

INDEMNIZACIONES A LOS GANADEROS

Hasta el pasado mes de diciembre la Junta ha abonado a los ganaderos afectados de la provincia de Cuenca 4 millones de euros en indemnizaciones, según cuantías marcadas por el Ministerio, y en este momento está elaborando una orden para compensar a los ganaderos que vayan a reintroducir ganado en sus explotaciones una vez sacrificado el que tenía; se trata de compensar la diferencia entre el precio de las ovejas que compre el ganadero y lo que ha recibido de indemnización.

Al mismo tiempo, está preparando otra orden para compensar distintas cuestiones relacionadas con la viruela ovina.

La directora general de Agricultura y Ganadería ha subrayado el importante papel que tienen los ganaderos, a quienes se está informando por carta, mediante las organizaciones y con jornadas informativas, y también cuentan con el correo electrónico sanidadanimal@jccm.es para exponer dudas y la Consejería elaborará un documento con las preguntas más frecuentes.

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