El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha confirmado la existencia de un foco de viruela ovina y caprina en una explotación de Villaescusa de Haro (Cuenca). Tras los dos casos en Granada, este nuevo foco tiene relación al detectarse movimientos de corderos entre ambas explotaciones. Por eso, no se descarta algún nuevo foco.

Se ha sacrificado toda la campaña ganadera compuesta por 1.070 ovejas y 14 cabras, y además se ha detectado otra explotación clínicamente sospechosa, de la que se está a la espera de los resultados del laboratorio.

El informe sobre focos de viruela ovina y caprina publicado por el Ministerio ha explicado que en el marco de la investigación epidemiológica realizada por la detección de movimientos de corderos desde el municipio de Benamaurel (Granada), donde se detectó esta enfermedad, y que tenían como destino explotaciones en la provincia de Cuenca, los servicios veterinarios de Castilla-La Mancha han descubierto un tercer foco de esta patología en Villaescusa de Haro.

Los veterinarios detectaron en la cabaña ganadera, compuesta por 1.070 ovejas y 14 cabras, síntomas y lesiones clínicas compatibles con la viruela ovina y caprina en una oveja y, a raíz de la detección de dichos síntomas, se tomaron muestras oficiales que se enviaron para su análisis al laboratorio de Algete, donde se han confirmado como positivas a la detección viral por PCR.

En este mismo municipio de Villaescusa de Haro se investiga una nueva explotación de ovinos sospechosa por la detección de sintomatología clínica compatible con la enfermedad durante la visita de los veterinarios de Castilla-La Mancha, por lo que se han tomado muestras oficiales para su análisis en el laboratorio de Algete, y en estos momentos se está a la espera de resultados.

El Ministerio de Agricultura ha afirmado que las autoridades de Castilla–La Mancha han adoptado de forma inmediata las medidas de control indicadas por las instituciones europeas, que incluyen el sacrificio de los animales, eliminación de los cadáveres en planta de trasformación, limpieza y desinfección oficial de la explotación y establecimiento de una zona de protección de tres kilómetros y una vigilancia de diez kilómetros, con refuerzo de medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones.

También se han aplicado medidas de restricción de movimiento de animales y productos y se ha iniciado una investigación epidemiológica para tratar de identificar el origen del virus, aún bajo estudio, así como los posibles contactos de riesgo que se hayan podido dar, entre otras.

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