El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha defendido este lunes 13 que se flexibilice la aplicación de la PAC, que entrará en vigor en 2023 y reforzará la sostenibilidad de la producción, para tener en cuenta «el contexto actual», marcado por la guerra en Ucrania y los precios elevados. Y ha reclamado que antes de la siembra de otoño-invierno

«Es muy importante mantener el rumbo estratégico de esta nueva PAC desde el punto de vista de la sostenibilidad, pero, como siempre ha defendido España, sostenibilidad no está reñida con competitividad empresarial y, por tanto, tenemos que adoptar aquellas medidas que sean necesarias desde el punto de vista de la flexibilización de la aplicación de la PAC para tener en cuenta el contexto actual», declaró el político.

Planas se expresó así a su llegada a la reunión de titulares de Agricultura de la Unión Europea (UE) que se celebra este lunes en Luxemburgo, donde se debatirá la situación de los mercados agrarios, en particular, a la luz de la invasión rusa de Ucrania.

ABOGA QUE LOS CAMBIOS EN LA PAC SE CIERREN ANTES DE LA SIEMBRA DE OTOÑO Y DE OTOÑO-INVIERNO

El ministro español consideró que sería «bueno que durante este verano, por parte de la Comisión Europea», tras mantener discusiones con España y con otros Estados miembros, se tuviera «una idea certera sobre lo que va a significar de cara a las siembras de otoño, de otoño-invierno». Y, para eso, defiende que se flexibilice la aplicación de la PAC porque es «necesario».

Sobre los  Plan Estratégico enviados a la Comisión Europea en los que los países especifican cómo van a aplicar la nueva Política Agrícola Común, Planas indicó que España mantiene «contactos técnicos» con Bruselas y que enviará en julio «el texto definitivo».

«Esperamos que este verano esté aprobado un acuerdo y que flexibilice la aplicación de la PAC», confió.

En cuanto a la situación de los mercados agrarios, destacó un escenario caracterizado por «precios al alza» y «una tremenda volatilidad».

«Es muy importante que tengamos datos certeros sobre las siembras y sobre las próximas cosechas, sobre su realidad dentro de la Unión Europea y fuera de la Unión Europea», expuso.

En ese sentido, señaló que la estimación de la cosecha mundial de cereales se sitúa en 2.250 millones de toneladas, lo que será «aproximadamente 40 millones de toneladas más bajo que en la campaña anterior».

«Pero debería ser suficiente para alimentar al conjunto de la población. España producirá, probablemente, entre 21 y 23 millones de toneladas en ese contexto. Pero el gran problema no es ese, sino la disponibilidad y los precios altos», constató.

Ante el «problema de precio» y el «problema de volatilidad en los precios», opinó que la «transparencia de los mercados y las medidas que podamos adoptar a nivel internacional son absolutamente clave».

En lo referente a la transparencia de datos, recordó que el club comunitario ya ha adoptado el reglamento para que los países miembros proporcionen datos sobre cereales, oleaginosas, arroz o semillas «para que sean públicamente conocidos».

«Pero esto sería muy importante que se hiciera a nivel internacional», afirmó.

También puso el acento sobre el restablecimiento de las vías de comunicación para la salida del cereal y del girasol procedente de Ucrania, un actor clave para la seguridad alimentaria en África y Oriente Medio.

DEFIENDE «INTENTAR EL APROVISIONAMIENTO REGULAR, AUNQUE SEA A PRECIOS MUCHO MÁS ELEVADOS»

En ese contexto, no parecen dar resultado las negociaciones impulsadas por Turquía para desbloquear los puertos del mar Negro, la principal vía para que los productos agrícolas ucranianos lleguen al resto del mundo.

Planas admitió que existen «algunas opciones» alternativas que son «limitadas», así como «de volumen inferior y dificultad superior».

«Es verdad que están saliendo algunos barcos en proveniencia de Constanza, en Rumanía, o algún otro de otra proveniencia, de algún otro origen, pero es verdad que la situación es muy, muy compleja de resolver», asumió.

Recordó que ha habido «contactos por parte de Turquía, por parte del Secretario General de Naciones Unidas», António Guterres, con Rusia, y que Ucrania solicita «garantías de que esa circulación (de barcos) y el levantamiento del minado del puerto de Odesa no sea un riesgo de seguridad».

Reconoció no saber «en qué medida» Naciones Unidas está en condiciones de dar a Ucrania esas garantías.

Además de la transparencia y el restablecimiento de las rutas, Planas hizo referencia a «cómo se lleva a cabo la coordinación de las medidas internacionales que están desarrollándose, hasta seis en materia de prevención de la crisis alimentaria».

«España defiende que haya una coordinación eficaz de esas medidas», declaró.

También citó el «problema vinculado a los fertilizantes» y consideró necesario «intentar el aprovisionamiento regular, aunque sea a precios mucho más elevados» y disponer para el futuro de fertilizantes «menos vinculados al gas».

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