El Gobierno ha mantenido en las últimas semanas cuatro reuniones bilaterales con la Administración estadounidense para protestar y tratar de revertir los aranceles impuestos a productos agroalimentarios españoles, en un momento en el que existe la «amenaza» de que se produzcan nuevas alzas.

Así lo han explicado este jueves los ministros en funciones de Industria, Comercio y Turismo, y Agricultura, Pesca y Alimentación, Reyes Maroto y Luis Planas, respectivamente, tras mantener un encuentro con la plataforma que agrupa a los principales sectores afectados por dichos aranceles, entre ellos los del aceite, vino y queso.

Pese a la consulta pública abierta en Estados Unidos sobre la posibilidad de elevar los aranceles e incluso ampliar el número de productos afectados -que expira el próximo 13 de enero-, el Ejecutivo se ha mostrado optimista por el «cambio de actitud» detectado en la Administración Trump, aunque han advertido de su carácter «imprevisible».

«No sabemos si la consulta que acaba el día 13 se traducirá en cambios. Somos optimistas pero realistas, de la Administración Trump se puede esperar cualquier cosa», ha señalado Maroto, quien ha resaltado que las autoridades del país norteamericano muestran ahora un tono «dialogante» en las reuniones bilaterales y mantendrán la próxima semana una reunión con el comisario europeo de Comercio, Phil Hogan.

«Llegar dos días después de la imposición de aranceles no sería la mejor manera» de sentarse a negociar, ha apuntado la ministra.

Maroto ha incidido en que al trabajo realizado por Bruselas para revertir los aranceles -ya que es un asunto de su competencia- se han sumado los esfuerzos de España en términos bilaterales, ya que la relación con Estados Unidos es «muy buena» y estos impuestos la deterioran. «Este Gobierno, pese a estar en funciones, funciona», ha defendido.

Planas, por su parte, ha recordado que a mediados de diciembre España y Francia reclamaron a la Comisión Europea más medidas de apoyo para los sectores afectados para compensar las pérdidas que ya están sufriendo.

Hasta ahora ya se han activado algunos mecanismos, como dotar de mayor flexibilidad a las ayudas a la promoción -muy enfocadas al sector del vino- o el almacenamiento privado de aceite, un sistema dirigido a retirar una parte de la producción del mercado para que su precio suba, que por el momento no ha conseguido su objetivo.

la Plataforma deja claro que se trata de una «cuestión de Estado»

Por su parte, la Plataforma contra los aranceles ha mostrado su “máxima preocupación” por la situación, aunque valoran positivamente esas reuniones bilaterales.

La Plataforma, integrada por FIAB, ASOLIVA, ASEMESA, ANICE, FEBE, FENIL, FEV, FENAVAL, COOPERATIVAS AGRO – ALIMENTARIAS, ASAJA, COAG, UPA y CECRV se constituyó el pasado mes de octubre para rechazar la imposición de aranceles en Estados Unidos a sus productos como represalia por el conflicto Airbus – Boeing.

“La injusta imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a productos españoles no es una cuestión sectorial, sino un problema de Estado”, ha asegurado Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB, en nombre de la Plataforma.

En la reunión con los ministros en funciones, los integrantes de la Plataforma también han insistido en la importancia de las negociaciones bilaterales y de la Unión Europea y han puesto de manifiesto “la importancia de que la Administración ofrezca compensaciones a los sectores afectados mientras estén en vigor las medidas del Gobierno estadounidense”.

Los integrantes de la Plataforma, que están a la espera de un encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se han comprometido a facilitar a la Administración todos los datos de los que disponen hasta la fecha sobre cómo está afectando la medida a sus sectores.

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