La incipiente guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea amenaza con recrudecerse gravemente en los próximos meses. La decisión de la Administración de Donald Trump de evaluar la imposición de nuevos aranceles a una larga lista de productos europeos, amenazados con unos gravámenes que podrían ascender hasta el 100% de su valor en aduana. Entre las categorías afectadas por esta nueva lista se incluyen esta vez los vinos espumosos como el cava catalán o extremeño y los vinos de Jerez, que quedaron excluidos de la primera ronda de sanciones aplicadas en octubre como represalia a los subsidios a Airbus.

Pero no son los únicos. La nueva lista negra engloba prácticamente todos los vinos españoles, aceites de oliva, derivados del cerdo o quesos, así como otros bienes exentos hasta ahora como la cerámica, los mariscos o los helicópteros no militares, según recoge Ricardo Mir de Francia en elperiodico.com.

Como ya sucediera en octubre, Washington ha vuelto a apoyarse en las decisiones de Organización Mundial del Comercio (OMC) para justificar esta nueva ronda de potenciales aranceles. El árbitro del comercio internacional concluyó la semana pasada que la Unión Europea sigue aportando “subsidios ilegales” al gigante aeroespacial Airbus, en contra de lo que sostienen sus autoridades.

Washington vuelve ahora a la carga con una amenaza que podría sacar prácticamente del mercado estadounidense al cava, los vinos, el queso o el aceite de oliva español si se materializa el arancel del 100% o aumenta el ya existente. Productos como el vino de más de 14 grados de graduación alcohólica (como el caso de los vinos de Jerez) estaban hasta ahora exentos, pero han entrado de pleno en la nueva lista. Lo mismo pasa con el vino a granel. O el aceite de oliva en garrafas de más de 18 litros.

“A tenor de esta última decisión y la falta de progreso en los esfuerzos para resolver la disputa, EEUU ha iniciado un proceso para evaluar el incremento de los aranceles y añadir nuevos productos europeos a la lista”, anunció la semana pasada el Departamento de Comercio. No hay plazo límite para la decisión, pero en enero se abrirá un período de consultas para que importadores, cámaras de comercio o empresas expongan sus argumentos.

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