La polémica sobre el etiquetado Nutriscore ha alcanzado de lleno al propio  Gobierno, evidenciando que existe una confrontación entre el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y el de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ya que mientras que el primero habla de aprobarlo este mismo año y utilizarlo de cara a controlar la publicidad de algunos alimentos, el segundo no solo se opone a que pueda afectar a alimentos de la dieta mediterránea, sino que incluso habla de una «iniciativa privada que tiene origen francés» y no da por hecho que se vaya a aprobar en España, o por lo menos con las actuales características.

Como se recordará, el Ministerio de Consumo ha dejado patente que pretende aprobar el sistema de etiquetado frontal Nutriscore antes de final de este año y utilizarlo como base para restringir la publicidad de alimentos menos saludables, sobre todo los dirigidos al público infantil.

Sin embargo, en su visita a Castilla-La Mancha, el ministro de Agricultura ha abordado la implantación del etiquetado de alimentos denominado «Nutriscore», que perjudica a productos de la dieta mediterránea como el aceite de oliva, el jamón o el queso manchego, y ha señalado que se trata de una iniciativa privada que tiene origen francés, mientras que otros países de la UE, como Italia, tienen otro sistema.

En cualquier caso, ha defendido que «los productos de la dieta mediterránea no pueden quedar penalizados por una visión que es controvertida desde el punto de vista nutricional», ya que ha señalado que Nutriscore «tiene partidarios y detractores», provocando una confrontación con su socio de Gobierno.

Y se ha mostrado partidario de «defender lo nuestro» y que, ante el próximo debate que se abrirá en el seno de la Unión Europea sobre este asunto, España y la dieta mediterránea esté «bien posicionada, y no dejar que algunos de nuestros productos, los más saludables y estrella del comercio alimentario sean penalizados injustamente».

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