El aceite de oliva goza de una excelente reputación como grasa alimentaria, en primer lugar, por sus propiedades organolépticas pero también por sus características beneficiosas para una alimentación saludable. Unas cualidades que la industria alimentaria española ha sabido aprovechar y que cada día utiliza más para lograr productos más beneficiosos y atractivos para el consumidor nacional e internacional, como lo demuestra la apuesta por exportar gazpacho y salmorejo español a EEUU.

Conscientes de la oportunidad que significa para todos los operadores, el Congreso Mundial del Aceite de Oliva (OOWC) organizó una jornada titulada ‘El aceite de oliva en la industria de la alimentación’, evento enmarcado dentro de las actividades del periodo «En Ruta hacia el OOWC» para analizar las posibilidades que ofrece esta materia prima en el sector alimentario, incluyendo el gazpacho y el salmorejo.

Durante su ponencia, Wenceslao Moreda, científico titular del Instituto de la Grasa del CSIC, señaló los tres principales usos del aceite de oliva «como producto y pilar de la dieta mediterránea, como ingrediente en conservas, aceites infusionados y alimentación infantil, además de su empleo en el canal Horeca en platos preparados, bollería y panadería, lácteos, fritura industrial, productos ecológicos, restaurante y bares, sin olvidar los productos cosméticos y del hogar».

Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y el Servicio Exterior de Agricultura del USDA, el experto destacó como dentro de la producción mundial de aceites vegetales «el aceite de oliva, con 2.82 millones de toneladas, se encuentra muy por debajo de otro tipo de aceites como pueden ser el de palma y soja, con 77.22 millones y 61.49 millones de toneladas respectivamente».

Asimismo, y pese a que el aceite de oliva resulta sumamente beneficioso para la salud, tanto en la prevención como en la disminución del riesgo de enfermedades, el consumo de aceite de oliva en el mundo era claramente superado por el aceite de palma y soja.

En este sentido, el científico señaló como «en España, durante la última década, la adhesión a la dieta mediterránea entre los adolescentes ha pasado del 27 al 13%, pese a ser uno de los países con mayor tasa de obesidad en población infantil de toda Europa. Por el contrario, en Estados Unidos, cuyo concepto a priori es de país donde prima el fast food, se encuentran realizando actualmente una destacada labor para fomentar una dieta saludable». Y ahí puede entrar la exportación de gazpacho y salmorejo español.

Respecto al aceite de oliva como ingrediente, el científico destacó como «la industria agroalimentaria española ha adoptado los aceites de oliva como producto de calidad gracias a su inmejorable imagen, frente a otros aceites y grasas, fundamentalmente por sus bondades saludables» y recordó que «las conservas de pescado son uno de los sectores donde más se usa el aceite de oliva».

A continuación, tuvo lugar la mesa redonda ‘La industria alimentaria y el aceite de oliva’, en la que intervinieron los expertos Silvia Martín, directora de Normativa Alimentaria de ASEMAC; Esteban Momblán, gerente de Interóleo y presidente de CITOLIVA; y Dolores Iniesta, presidenta del Grupo de Comunicación de ANDI.

Los ponentes coincidieron en que la alimentación se ha convertido en una de las grandes preocupaciones a nivel mundial, siendo el principal reto de futuro la sustitución de otro tipo de grasas en favor del aceite de oliva como producto saludable, especialmente en la panadería, bollería, pastelería y productos infantiles.

EN MENOS DE CINCO AÑOS SERÁ POSIBLE CONSUMIR LA MISMA CANTIDAD DE ACEITE DE OLIVA EN ESPAÑA QUE EN ESTADOS UNIDOS

Los integrantes de la mesa también aseguraron que el incremento sobre el precio final de los productos alimentarios que incluyen aceite de oliva en sus elaboraciones no resulta relevante para que la industria sustituya las grasas monosaturadas por aceite de oliva.

Igualmente, los ponentes manifestaron que existe un cambio en los tipos de familia y, por ende, el tiempo dedicado a la cocina. Esto ha llevado a que los consumidores hayan aumentado la adquisición de productos de 4ª y 5ª gama, lo que, en opinión de los participantes, significa un nicho de mercado importante para el sector del aceite de oliva si los fabricantes apuestan por el aceite de oliva en sus preparaciones.

Por otro lado, durante la mesa se destacaron los últimos datos del Consejo Oleícola Internacional, la Comisión Europea y el propio sector, que señalan como en Estados Unidos el consumo de aceite de oliva en productos alimentarios se ha incrementado en los últimos años, pasando de unos datos provisionales de 389.000 toneladas en la campaña 2021/2022 a una previsión de 401.000 toneladas de consumo en la campaña 2022/2023. De esta manera, los ponentes estuvieron de acuerdo en que en menos de cinco años será posible consumir la misma cantidad de aceite de oliva en España que en Estados Unidos, donde este año una marca española importará gazpacho y salmorejo elaborado con aceite de oliva español.

Por último, los ponentes destacaron que es necesario establecer mayores líneas de comunicación a los consumidores sobre las cualidades y bondades del aceite de oliva en la alimentación. Del mismo modo, hicieron referencia a como hoy día no más de un 10% de las ventas de aceite de oliva se encuentran dirigidas a la industria alimentaria, pero si bien es cierto que cada año ese porcentaje va aumentando, un tema que desde el OOWC se estudiará en los próximos meses dada su importancia.

Toda la información sobre el Congreso Mundial del Aceite de Oliva y el sector se encuentra disponible en la aplicación ‘Olive Oil World Congress’, para Android e IOS tanto en español como inglés. Para descargar la APP es necesario acceder a Google Play en la versión para Android o a través del siguiente enlace, y en el caso de la versión para IOS mediante la APP Store introduciendo el siguiente enlace: https://apps.apple.com/us/app/olive-oil-world-congress/id1672583400.

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