A la espera de que se cierre el acuerdo europeo de la PAC a partir del día 28, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, sigue dando pasos de cara a la negociación del Plan Estratégico Nacional, que será el verdadero caballo de batalla de la PAC en España. Y pese a sus posturas iniciales más intransigentes, poco a poco va modulando su postura ante este debate. Si hace unos días, en Jerez de la Frontera, abría  la puerta a que el agricultor pluriactivo entre dentro de la definición de agricultor genuino y para beneficiarse de las ayudas de la PAC, ahora ha dado un paso más y ha asegurado que comparten la postura de una convergencia entre los beneficiarios de las ayudas tenga como techo un 85% o en la flexibilidad para la aplicación de los ecoesquemas.

Esta convergencia al 85% no solo ha sido una de las grandes reivindicaciones de Andalucía, sino de una buena parte del propio sector agrario a nivel nacional, aunque, por contra, puede provocar un cierto rechazo en otras CCAA que abogan por una convergencia plena y rápida, como se ha visto en algunas de las últimas movilizaciones en defensa de la una «PAC justa» y centrada en los profesionales.

Planas, en un encuentro en Córdoba esta semana, volvió a destacar su voluntad de abrir un diálogo serio con las comunidades autónomas donde se aborden y consensuen la aplicación de la reforma de la PAC en España y de elaborar el Plan Estratégico Nacional que se deberá remitir a Bruselas para su aprobación. Planas recalcaba el espíritu de unión y positivo con el que se afrontará este proceso para conseguir un acuerdo “que beneficie a todos, especialmente a nuestros agricultores y ganaderos”. Y en esa tesitura ya empezaba a asumir ese cambio de actitud ante el Plan de una convergencia que se deberá aplicar una vez que el acuerdo europeo para la reforma de la PAC se cierre definitivamente en el Consejo que se celebrará los días 28 y 29 en Luxemburgo.

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