Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA de Castilla-La Mancha, se están recibiendo las sensaciones que tienen agricultores y ganaderos de explotaciones familiares en los distintos cultivos y explotaciones a lo largo de los últimos meses, que han visto cómo los precios no compensan los costes de producción. En este sentido, como ejemplo, se han analizado algunos precios como los del melocotón, sandía, melón o patatas, que incrementan sus precios hasta el 600% desde el origen a lo que paga el consumidor finalmente.
UPA lleva años reclamando unos precios justos para los agricultores y ganaderos puesto que son muchos los cultivos tradicionales de la región los que se ven afectados por esta situación: vino, olivar, cereales, entre otros.
Gracias a la colaboración entre UPA y la Unión de Consumidores de Castilla y León, se están analizando interesantes datos al respecto de los precios de los alimentos, los cuales apuntan a que desde la tierra a la mesa el precio de algunos productos agroalimentarios se multiplica hasta por siete.
En este sentido, desde la organización agraria insisten en demandar que, aprovechando la negociación de la próxima reforma de la PAC, sería aconsejable establecer mecanismos de mercado que no permitan estas situaciones, «que los productores no cobren por debajo de lo que cuesta producir, que los productos básicos no puedan utilizarse como productos reclamo», entre otras cuestiones, denuncian desde la UPA.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos lleva años denunciando estas prácticas, así como exigiendo unos precios justos y evitar los que no compensan los costes de producción, el esfuerzo y la inversión y los gastos de las explotaciones familiares en la región. Un trabajo que revierte directamente en generación de empleo, riqueza, fijación de población, entre otros beneficios como los derivados de las empresas auxiliares que pudieran instalarse como consecuencia de los mayores beneficios de la agricultura y la ganadería.
Porque este tipo de precios lo que realmente reflejan, como explican desde la organización agraria, es que mientras los productores perciben precios que apenas les permiten cubrir los costes de producción, los consumidores pagan en algunos casos cantidades muy elevadas por los mismos.
Desde UPA se denuncian los abusos que sufren los agricultores y ganaderos en manos principalmente de la distribución que impone cotizaciones a la baja, que en muchos casos ni siquiera permiten cubrir los costes de producción, y que para nada se corresponden con la justicia que es exigible en la conformación de los precios en la cadena alimentaria. Una exigencia de precios justos que la organización agraria lleva pidiendo desde hace años.