El sindicato agrario gallego SLG-CCLL ha expresado este lunes su rechazo a la pretensión de cambiar las reglas del sello que afecta a la Ternera Gallega Suprema de la IXP Ternera Gallega/Vacuno de Galicia, por considerar que atenta contra los principios de esa marca y perjudica a las granjas familiares.

En los últimos meses se está negociando la modificación del pliego de condiciones para la IXP Ternera Gallega/Vacuno de Galicia. Uno de los cambios propuestos para Ternera Gallega Suprema indica: «En dichos sistemas productivos, cuando los terneros se sacrifiquen con 8 o más meses se deberán estabular y protegerlos de inclemencias climatológicas». Es decir, «este cambio de fondo excluye a todas las granjas familiares que alimentan a su ganado en libertad, así como a todas aquellas que no tienen instalaciones para cebar -cómo muchas de las ecológicas-, y uno de los valores diferenciados de calidad que hasta ahora aportaba a TG Suprema», lamenta la organización agraria.

En el último pleno de la IXP, desde el Sindicato Labrador Gallego-Comisiones Labradoras (SLG-CCLL) presentaron un texto alternativo eliminando la obligatoriedad de meter a los animales en recintos cerrados, con el fin de proteger la cría en libertad propia del modelo labrador, y que hasta ahora fue una de las principales claves del valor añadido de la marca Ternera Gallega: «En los sistemas de producción extensivo y semiextensivo el acabado podrá realizarse mediante estabulación o el aire libre en el pasto, siendo parte de la marca los animales de ambos métodos que alcancen los grados de engrase y #conformación recogidos en la orden».

Ambos textos fueron votados, siendo el resultado 15 votos a favor del texto propuesto por la IXP donde se obliga al acortellamento, y 1 voto a favor del texto propuesto por el SLG-CLL donde se autorizan ambos acabados, siempre y cuando alcance los grados fijados por la marca. Es decir los 8 vocales de las industrias, los 3 de ASAGA en representación de los cebadores, los 2 de Uniones Agrarias y los 2 de Ganaderos Gallegos de la Suprema, votaron a favor de eliminar de la marca a todas aquellas granjas familiares que no ceban o aquellas granjas que no tienen instalaciones para cebar.

«AFECTARÁ A TODAS LAS GRANJAS DE LA PRODUCCIÓN TRADICIONAL GALLEGAS, TANTO LA AQUELLAS QUE CEBAN ACORTELLADO CÓMO A LAS QUE NO”

Ante esto, el SLG-CCLL alerta de «la gran irresponsabilidad que implica el hecho de apoyar un modelo de producción intensivo e industrial para la Ternera Gallega Suprema, una modificación que va precisamente en el sentido contrario de los valores con los que se generó la marca, y que único que va a provocar es que sigan desapareciendo las granjas familiares que dan vida a nuestro medio rural, privilegiando un modelo industrial basado en cebadores, y que pretende hacer pasar este sistema cómodo para las macrogranjas como una producción de calidad diferenciada. Además, hace falta tener en cuenta que, en el contexto de actual crisis económica y climática existente, la producción en base a la importación de insumos va a ser inviable económicamente para la mayoría de pequeñas y medianas granjas».

Esta modificación «afectará a todas las granjas de la producción tradicional gallegas, tanto la aquellas que ceban acortellado cómo a las que no, por lo que la normativa está abriendo la marca a que dentro de poco los cebaderos puedan cebar xato comprados las granjas de vacas y sacar estos el mercado como Ternera Suprema, lo cual implicará también que en medio plazo el precio pagado al sector productor baje, redundando en las dificultades que en estos últimos años vienen afrontando las ganaderas y ganaderos de carne».

Ante este panorama, consideran que «la industria y los cebadores, apoyados por UU.AA y Ganaderos Gallegos de la Suprema, aprobaron el principio del fin de la marca y de muchas granjas familiares y sostenibles del país, apoyando instaurar en la IXP y en nuestro medio rural un modelo de producción va a reducir en pocos años las granjas abiertas la mínima expresión».

Frente a este escenario, desde el SLG-CCLL va a activar una campaña de información y sensibilización a los consumidores, articulando al sector para demandar soluciones que paralicen este giro industrial de la IXP, y a la vez que sus organizaciones agrarias aliadas en la UE, como la Coordinadora Europea Vía Campesina, va a trabajar a nivel de las instituciones comunitarias «para que no se produzca este cambio de paradigma que pretende agasajar el prestigio del buen hacer labrador al modelo agroindustrial que precisamente está poniendo su viabilidad en entredicho con el apoyo de gobiernos neoliberales como el de la Xunta de Galicia».

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