La compañía Azucarera prevé salir de pérdidas en el actual ejercicio fiscal y ve oportunidades para que el sector español del azúcar crezca ante el aumento de la demanda mundial de este ingrediente, aunque no anuncia una subida de precios a los remolacheros.
Así lo avanza el consejero delegado de esta empresa, Juan Luis Rivero, en una entrevista con Efeagro concedida con motivo del décimo aniversario de la integración de Azucarera en el grupo británico ABF.
En ella defiende el cambio de modelo implementado durante esta campaña a la hora de remunerar a los agricultores que cultivan remolacha para vincularlo a la cotización del azúcar, lo que en la práctica ha supuesto por ahora una caída del precio a pagarles.
«Hay una oportunidad para España, para Castilla y León -la principal región productora-, de crecer de forma impresionante y no debemos dejarla pasar», destaca Rivero convencido de que la remolacha es un cultivo «imbatible» por su sostenibilidad, su rentabilidad y su capacidad de crecimiento.
Azucarera acumuló durante los dos últimos ejercicios unas pérdidas de alrededor de 80 millones de euros y espera cerrar su año fiscal en agosto de 2020 con «números positivos», destaca su consejero delegado.
«Ves el rendimiento de los diez años de permanencia de ABF (dueña a su vez de la firma textil Primark) y por ahora no han recuperado ni la tercera parte de su inversión; pero tenemos la credibilidad de haber ahorrado costes, de apostar por el cultivo, y esa apuesta está dando resultado para paliar las pérdidas. Han sido las circunstancias del mercado del azúcar por las que hemos tenido estos vaivenes», Rivero.
El precio de la tonelada de azúcar llegó a alcanzar fuertes pérdidas al caer en picado hasta rondar los 320 euros, pero de cara a la campaña 2019-2020 Rivero ya augura una recuperación hasta situarse por encima de los 440 euros.
«Para mi lo importante es que pese al cambio de modelo y la apuesta por Acor no ha habido un abandono masivo del cultivo de remolacha»
Fue precisamente la fuerte bajada de la cotización en los mercados internacionales de este ingrediente lo que llevó a la compañía hace justo un año a anunciar un cambio de modelo en el pago al agricultor: de una media de 32 euros por tonelada más complementos pasó a unos 25,6 euros más complementos, de acuerdo con sus propios cálculos.
«Con la cuenta de resultados que teníamos, no podía cumplir mi palabra, nos estamos jugando el futuro de una empresa con más de 600 trabajadores», señala el máximo responsable de Azucarera, quien recalca que con la esperada mejora de las cotizaciones también se incrementarán los ingresos de los remolacheros.
Las organizaciones agrícolas han criticado la estrategia por considerar que rompe el acuerdo marco interprofesional (AMI) firmado hasta 2020, lo que ha desembocado en un arbitraje de ambas posturas.
Este cambio en la remuneración al agricultor ha supuesto que algunos remolacheros hayan preferido vender a Acor -la otra empresa del sector en España-, para salir de pérdidas ante los nuevos precios un trasvase que Rivero califica de «lógico».
«Para mi lo importante es que pese al cambio de modelo no ha habido un abandono masivo del cultivo de remolacha», apunta el primer ejecutivo de la compañía, que estima que la superficie cultivada en la zona norte de España ha bajado de 30.000 a unas 24.000 hectáreas, cifra esta última que prevé que vuelva a subir de cara a la próxima campaña.
Además, según sus datos «lo perdido en el norte se ha ganado» en la región sur, en Andalucía, donde cuentan con una de sus cuatro fábricas en España.
La firma ha trabajado en los últimos años en el dimensionamiento de sus plantas, lo que le permite lograr resultados positivos incluso en años como el actual, malo desde el punto de vista agronómico y con poca remolacha.
«Tenemos nuestras fábricas ya preparadas para amoldarse a los cultivos. Acor o nuestros competidores franceses tienden a ser eficientes sólo en volumen, mientras que nosotros lo somos reduciendo los costes fijos», asegura.
En un contexto sensiblemente mejor, una vez solventado el problema de la cercospora -una enfermedad que afecta al cultivo- y con una nueva campaña que se prevé «espectacular», Azucarera confía en recuperar «la credibilidad y confianza» de los remolacheros.
Asimismo, Rivero destaca las cualidades nutricionales del azúcar y considera que la clave en su consumo ordenado y responsable está en la educación para la salud y en el fomento de hábitos de vida saludables.
España consume 1,3 millones de toneladas de azúcar y 500.000 son de origen nacional, lo que evidencia que existe una opción para crecer en el país, ya que «la demanda no cae» pese al «daño reputacional» que genera al sector las críticas a este ingredientes desde el punto de vista nutricional.
«El azúcar es un sector muy interesante donde estar, ya que hay un crecimiento de la demanda mundial de entre el 1 y el 2 % al año», recuerda Rivero, quien destaca la apuesta de Azucarera por la agricultura de precisión y la importancia de la remolacha para España, tanto por la alta rentabilidad que recibe el agricultor como por su papel a la hora de fijar población en zonas rurales.
(Texto: Óscar Tomasi / Efeagro)