El presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores Asaja de Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha informado del inicio de la montanera en la dehesa cordobesa con unas previsiones de ser una buena campaña gracias, en parte, a las lluvias de la pasada primavera, que ayudaron a la floración de las encinas; aunque existen unas zonas más adelantadas que otras. Sin embargo, preocupa el hundimiento del mercado por la pandemia y uno precios que se han reducido hasta un 50%.

La montanera es la última fase de la cría del cerdo ibérico en la que se deja pastar al cerdo en la dehesa para su engorde. La fase de montanera va desde octubre a febrero, coincidiendo con el periodo de maduración de la bellota, pero la duración de esta etapa varía con frecuencia en función de la climatología, que además es determinante para que los cerdos la cubran de una forma óptima.

El agua de los últimos días está permitiendo “una maduración lenta del fruto y del crecimiento de la hierba, que es complemento para la alimentación de los cerdos ibéricos en esta temporada aportándole calidad, lo que da tranquilidad a las fincas”.

Fernández de Mesa destacó, por tanto, las buenas condiciones para un jamón ibérico de bellota con “la máxima calidad y excelencia para competir con los mejores productos del mercado”.

Sin embargo, debido las consecuencias del COVID-19, en esta campaña se espera una reducción de entre un 10 y 20 por ciento en las solicitudes para que los animales sean certificaciones con la marca de calidad D.O. Pedroches ya que, a día de hoy, “el mercado está hundido porque el principal cliente es la hostelería, que está prácticamente cerrado”.

El precio se ha reducido en un 50 por ciento, encontrándose, por tanto, el valor del ibérico en niveles muy bajos. Y es que “el cierre de la hostería y restauración está causando el hundimiento del mercado y una caída en las ventas que se está trasladando a los precios que perciben los ganaderos en la venta de sus animales”.

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