La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) reconoce que el 40% de las incidencias relacionadas con las exportaciones nacionales, detectadas en las fronteras de terceros países a lo largo de 2023, correspondieron a incumplimientos de criterios microbiológicos. En una circular distribuida en enero de 2024, la patronal apunta que se habían adoptado medidas cautelares en algunas empresas del sector porcino por «una altísima incidencia de listeria monocytogenes», que puede ocasionar intoxicaciones alimentarias, según recoge Javier Melguizo en elconfidencial.com.

El dato se extrae de una reunión telemática que ANICE mantuvo con el Ministerio de Sanidad el 16 de enero de 2024. Durante ese encuentro, el jefe del área de Exportaciones de la Subdirección General de Sanidad Exterior, Juan Manuel Troncoso, advirtió de que «es muy frecuente que en el control oficial se detecten incidencias microbiológicas que no ha detectado el autocontrol de la empresa, prueba de que el sistema no está funcionando», según explica la patronal a sus asociados en la circular a la que ha tenido acceso El Confidencial.

El director general de ANICE, Giuseppe Aloisio, evita dar la voz de alarma. Sostiene que existe un «error generalizado que supone entender que cualquier cantidad de listeria monocytogenes en un producto cárnico incumple automáticamente lo establecido en el Reglamento comunitario 2073/2005 que lo regula, cuando el propio Reglamento indica los límites permitidos en determinados productos alimenticios». En el caso de la carne de cerdo lista para el consumo, ese límite de tolerancia es de hasta la cantidad de 100 ufc/g cuando ha sido comercializada.

No obstante, el problema está con países ajenos a la Unión Europea, que son más estrictos con su normativa. La patronal lanzó la advertencia a sus asociados un mes después de que el Gobierno de México, como antes también lo hiciera el de Corea, realizase una auditoría en 65 mataderos y plantas de producción españolas, en la que detectó hasta 382 «no conformidades». En esa inspección, adelantada por este medio, se encontraron deficiencias que podían suponer el crecimiento de bacterias como la listeria, como condensación en el techo de hasta seis establecimientos que goteaba directamente sobre el producto y las superficies de contacto.

Cabe recordar que en una reunión celebrada hace un año, el Ministerio de Sanidad trasladó a ANICE que habían quedado en evidencia deficiencias en el sistema y una falta de control armonizado en España. Por este motivo, el departamento liderado en aquel momento por Carolina Darias elaboró un nuevo programa de auditorías de establecimientos exportadores. El objetivo fue dar confianza y garantía a los terceros países, así como asegurar que los establecimientos cumplen con los requisitos de su legislación sobre todo en criterios microbiológicos. «Se adoptaron medidas de mejora de los circuitos, pero en ningún caso se produjeron resultados que fueran motivo de preocupación para el mercado interior», señalan desde el sector.

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