COAG ha recordado a los remolacheros que Azucarera podría pasarles factura dentro de un año por los  anticipos que tan alegremente ahora les está pagando. Con independencia de lo que finalmente dictamine la Corte de Arbitraje de Madrid en contra o no de Azucarera por su incumplimiento del AMI vigente, esta compañía ofertó para la campaña 2019/2020 un precio fijo de 26 euros por tonelada de remolacha más un complemento ligado al precio del azúcar, complemento que la empresa abonará al cultivador únicamente siempre y cuando en el mercado esté por encima de 400 euros por tonelada.

Los contratos que Azucarera ha suscrito con los remolacheros establecen que el precio utilizado como referencia para el cálculo del complemento será el precio medio publicado por el Observatorio del Mercado del Azúcar de la Unión Europea durante el período octubre de 2019 a septiembre de 2020.  Y, además, que en diciembre de 2020, una vez conocido el precio final medio de este período, se procederá al ajuste final del complemento y “si este fuera a la baja se compensará con los pagos que Azucarera deba hacer en la siguiente campaña o reclamará la diferencia al cultivador”.

Pues bien, Azucarera está realizando anticipos de 1,8 euros por tonelada de remolacha como importe de ese complemento, «fundamentándose únicamente en cálculos realizados en base a sus propias estimaciones, (que dicho sea de paso no ha hecho públicas), y no en datos oficiales, como inequívocamente delimitan los contratos», según señala la organización agraria.

Coag advierte de que los anticipos de 1,8 €/tn de remolacha, no son otra cosa que un “brindis al sol” porque el precio del azúcar no baja

Por eso, desde COAG advierten de que, «siendo objetivos, si tomamos como referencia los últimos precios oficiales conocidos y publicados por la Comisión Europea hasta septiembre de 2019 (ver cuadro pág 2), el precio en este mes es 19 €/tn inferior al registrado en septiembre de 2018 (328 €/tn frente a 347 €/tn). Y los últimos doce meses se han caracterizado por subidas y bajadas insignificantes de precio, sin ningún signo claro de recuperación. Al contrario de lo que viene afirmando Azucarera desde diciembre de 2018, el precio medio del azúcar se ha mantenido siempre en el intervalo comprendido entre 312 y 328 €/tn, siendo el precio medio de los últimos doce meses 318 €/tn, que dista mucho de los nada menos que 445 €/tn que debería alcanzar como media para que el complemento a pagar por Azucarera fuera finalmente de 1,8 €/tn de remolacha. Dándose además la circunstancia de que en la región europea 3, en la que se encuentra España, el precio está descendiendo».

Estos datos vienen a corroborar la propia opinión de la Comisión Europea sobre el precio en el mercado del azúcar que el  ex-comisario europeo Agricultura, y ahora de Comercio, Phil Hogan, manifestó el pasado 14 de octubre ante los ministros de Agricultura de la UE en Luxemburgo (sic): “No es posible prever cambios inmediatos”.

Por tanto, cuando menos de momento, todo apunta a que la fuerte campaña de marketing que está realizando en las últimas semanas Azucarera en base a sus más que dudosas estimaciones y anticipos de 1,8 €/tn de remolacha, no son otra cosa que un “brindis al sol”. Y todo hace pensar «que el único objetivo que persigue la industria es trasladar a los remolacheros, sin datos fehacientes que lo confirmen,  que se está recuperando el precio del azúcar, lo que le permitiría pagar mejores precios por la remolacha y así aumentar su contratación y siembras en la próxima campaña 2020/2021», lo que puede acabar pasando factura al sector.

Y lo que es más, tal cual establecen los contratos, si el precio medio del azúcar no mejora al menos un 35% de media, hasta llegar a los 445 €/tn de azúcar, y nada indica que vaya a ser así, pues lleva un año estancado por debajo de 330 €/tn, Azucarera podría pasar factura a los remolacheros dentro de un año, reclamándoles en diciembre de 2020 parte o el total de los 1,8 €/tn de remolacha que tan alegremente ahora les está anticipando.

Nada le alegraría más a COAG que «una recuperación del precio del azúcar en el mercado europeo que permitiera hacer rentable el cultivo de la remolacha en nuestro país, garantizando el mantenimiento de los puestos de trabajo que la remolacha genera no sólo en la agricultura, sino también en la industria y sectores vinculados. Pero nuestra misión es ofrecer información rigurosa y objetiva».

Por ello, y ante la creciente incertidumbre que cada día les trasladan los remolacheros, desde COAG aconsejan que contrasten las informaciones que les llegan desde la industria y no se dejen llevar por afirmaciones nada objetivas que lo único que hacen es crear más que probables falsas expectativas y el que acaba pagando la factura es el agricultor.

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