Tras la denuncias que se han producido en el sector del ovino y caprino, ahora parece que le toca el turno a los ganaderos de vacuno, desde COAG Castilla y León han denunciado el intento de los intermediarios de bajar entre 80 y 100 euros el precio de cada ternero que sale del cebadero o de las fincas a causa del coronavirus.
Los tratantes e intermediarios de ganado han pedido a la Diputación de Salamanca que se suspenda la celebración de la Lonja de esta provincia, porque los precios que se están negociando en este organismo, referentes al vacuno de carne y de vida, se han desnaturalizado como consecuencia de la crisis provocada por el coronavirus. Sin embargo, desde COAG Castilla y León ha querido dejar claro que no es verdad que el mercado se haya bloqueado
La organización, sí considera que» se han ralentizado mínimamente las operaciones en artículos como pieles, por el cierre de la industria automovilística o menudos, por el cierre de bares y restaurantes, pero que la venta del resto de productos funciona plenamente. De hecho, los máximos representantes de la Lonja de Salamanca han reconocido que los cuartos delanteros y traseros ha crecido ligeramente su venta. Y lo mismo ha ocurrido con la exportación, mientras que los animales salen con absoluta normalidad de los cebaderos y de las fincas».
Por su parte, la parte compradora en la Lonja de Salamanca alega que ha pretendido consensuar un nuevo precio que responda a esta, según ellos, “situación de crisis” pero no han podido.
Para COAG Castilla y León consensuar significa acordar, no bajar entre 80 y 100 euros el precio de cada ternero que sale del cebadero o de las fincas.
De momento la Lonja de Salamanca, que es referente de precios en muchas provincias, celebró su última sesión sin intermediarios y los ganaderos temen que vayan a las fincas a negociar personalmente con los ganaderos precios muy a la baja, porque en este caso, los ganaderos no tendrían capacidad de maniobra.
COAG Castilla y León, por todo ello, está viendo que la pretensión de los intermediarios es aprovechar el río revuelto que ha generado el coronavirus para sacar tajada del comercio de su carne y quiere desmentir tajantemente las informaciones que están lanzando relativas a la paralización del mercado.