El Tribunal de Cuentas Europeo siempre ha sido muy crítico de las ayudas y con el pago de las ayudas de la PAC. Sin embargo, ahora ha dado un paso más y ha dado un tirón de orejas a la UE en relación con los instrumentos puestos en marcha para ayudar a ganaderos y agricultores a asegurar sus ingresos frente a la caída de precios o la caída de producción. Su veredicto es claro: hay un uso «escaso y desigual de los fondos», pero además «algunas medidas excepcionales no se han orientado de modo correcto y pueden dar lugar a pagos compensatorios desproporcionados».
Sobre todo urge a «diseñar y supervisar mejor» las ayudas que la Política Agraria Común (PAC) destina a la formalización de seguros agrarios porque, como dice, «menos de un 10% de los agricultores que contratan un seguro lo hace con fondos de la UE», según recoge M. C. en lavozdegalica.es. Y aclaran que la «mayoría ni siquiera piensa en mitigar el riesgo porque, en caso de que surja una crisis, espera recibir en cualquier caso una ayuda pública sustancial».
El Tribunal de Cuentas Europeo pide además que se fomente entre los agricultores una mejor preparación ante la crisis; se aclaren los criterios para activar y finalizar las medidas excepcionales, y que haya una adaptación de las compensaciones a las operaciones de retirada de frutas u hortalizas.
Critica que en las ayudas por crisis de precios «En algunos casos, los porcentajes abonados sobrepasaron los precios de mercado ampliamente»
El contundente informe del Tribunal llega justo en un momento en el que el recorte de fondos de la PAC es uno de los grandes asuntos que centrarán el debate sobre los presupuestos para el período 2021-2027, los primeros tras la salida de Reino Unido, que volverá a centrar la cumbre de la semana que viene en Bruselas.
El Tribunal de Cuentas recuerda que la PAC contiene una serie de medidas cuya finalidad es garantizar una renta estable y adecuada para el agricultor. Además de los pagos directos con un presupuesto anual de unos 41.000 millones de euros, la política agraria común incluye otras dirigidas a gestionar y prevenir riesgos en el sector o acciones excepcionales para estabilizar el mercado. Un ejemplo son las compensaciones puestas en marcha en el 2014, cuando Rusia vetó importaciones de productos agrícolas de la UE.
«En algunos casos, los porcentajes abonados sobrepasaron los precios de mercado ampliamente». La investigación los auditores del tribunal, como avanza ese organismo en un comunicado, se centró «en la ayuda de la UE a los seguros y las medidas excepcionales introducidas en el sector de las frutas y hortalizas tras las sanciones rusas del 2014». Aunque los auditores reconocen que la PAC contiene diversas formas de salvaguardar los ingresos de los agricultores como los pagos directos (representan una cuarta parte de los ingresos de las explotaciones), o medidas para poner en marcha medidas preventivas, han comprobado también que «el efecto de esta actividad en la conducta del agricultor es limitado, ya que es probable que los asegurados tengan menos incentivos para aplicar una estrategia de negocio resilente o adaptarse al cambio climátic».
De hecho, sostienen que la mayor parte de los 2.600 millones de euros presupuestados por la UE para ayudar a los agricultores a contratar un seguro frente a la volatilidad de los precios y las pérdidas de producción ha tenido escasa repercusión. Además, constatan que las «ayudas para la retirada de productos destinados a la distribución gratuita ha sido costosa».
Y lo que es peor es que han comprobado que la mayoría de los productos retirados para planes de distribución gratuita fueron introducidos en el mercado de modo diferente: «Solo una parte se entregó a personas necesitadas».