Los productores agroalimentarios afectados por la gota fría se enfrentan ahora a la necesidad de cuantificar sus pérdidas y a las dificultades para reanudar su actividad; documentar con fotografías los daños y pedir facturas de las reparaciones urgentes que tengan que hacer será prioritario.
Cuentan, además, con los expertos de las organizaciones agrarias que trabajan con los afectados sobre el terreno y que les ayudan en este primer momento en el que cunden la impotencia y el pesimismo ante la burocracia que requerirán las ayudas anunciadas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y distintos ministros visitaron la zonas inundadas y comprobaron los graves consecuencias que la gota fría ha tenido para los cultivos, y ya han anunciado que en la reunión del Consejo de Ministros de este viernes 20 aprobará las primeras medidas para dar una respuesta lo más «inmediata posible» ante esta situación extraordinaria.
Inicialmente, el proceso que hay que seguir es similar al de cualquier otro servicio asegurado
Antes de conocer los detalles de estas medidas, se abren dos perspectivas totalmente diferentes en función de si los afectados tenían contratado seguro o no.
Según los datos provisionales, las organizaciones agrarias estiman que se han visto afectadas unas 300.000 hectáreas, mientras que la Agrupación de Entidades Aseguradoras de Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) cifra en 50.000 las hectáreas aseguradas y, por tanto, con derecho a indemnización. De estas, 18.700 ya cuentan con la declaración de siniestro.
Para Agroseguro, se trata del «mayor siniestro de gota fría» que ha sufrido el campo en la historia del seguro agrario, con los cítricos como principales cultivos asegurados dañados, seguidos de las hortalizas.
En este primer caso, el proceso que hay que seguir es similar al de cualquier otro servicio asegurado: se da parte al seguro y se espera la llegada del perito que valora los daños; a partir de ahí, se inicia el proceso para recibir la indemnización, según explica a Efeagro el técnico de COAG de Almería Antonio Moreno.
Un equipo de 60 peritos de Agroseguro trabajará en estas zonas y, por ejemplo, en Almería se esperan las primeras peritaciones para este mismo viernes; aunque el ritmo de pago depende de muchos factores, las organizaciones agrarias coinciden en que en esto casos suelen ser «ágiles» e incluso bajar de los 45 días.
los afectados que no tengan seguro, deben esperar para ver qué condiciones y qué herramientas se activan desde las distintas administraciones
En la segunda de las opciones, que los afectados no tengan seguro, hay que esperar para ver qué condiciones y qué herramientas se activan desde las distintas administraciones.
Es precisamente el punto que más preocupa, pues como recuerda el técnico de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) Javier Alejandre «son muchos los que se van a quedar fuera».
Alejandre destaca que, en términos generales, se trabaja con la premisa de que «lo que es asegurable, no es indemnizable», aunque con «eventos tan extraordinarios» como los de la semana pasada quizá hay «que replantearse este principio».
Al preguntar por la escasa cobertura de algunos de los cultivos de los más dañados en esta ocasión, los expertos apuntan al precio de los mismos como una de las razones, pero también a la percepción del riesgo real por parte de los agricultores.
Por ello, desde las organizaciones se plante repensar un sistema que cuentan con líneas con un alto nivel de contratación y otras -como las hortalizas que precisamente han sido de las producciones más dañadas- que tienen un «bajísimo índice de contratación», de entre el 5 y el 10 % del total, según datos de Asaja.
Del lado de los productores ya han propuesto «soluciones»: la declaración de zona catastrófica (Asaja), activar el paquete de la Ley de Protección Civil (COAG) o pedir el Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (UPA).
La respuesta de las administraciones, al menos la primera que llegue del Gobierno central, se conocerá este viernes 20.
(Texto: Lucía Ruiz Simón / Efeagro)