Son las 6 de la mañana de un caluroso día de agosto, subimos andando el camino Hijuela de Valdespino flanqueado por romero, jaramagos y lavanda hasta llegar al punto geodésico más alto a 135 metros de altitud sobre el nivel del mar, coronado por una estatua del Sagrado Corazón de Jesús y desde el cual, con las primeras luces del día, se divisa un paisaje único del viñedo jerezano. Nos encontramos en una histórica viña. en el corazón del mítico e icónico Pago de Macharnudo Alto, el Grand Cru de Jerez y referente en la viticultura mundial desde hace siglos.
De ahí recorremos los líneos enclavados en tierra cien por cien albariza con su característica formación en toscas cerradas y barajuelas, perfecta para el cultivo de la vid en las mejores condiciones llegando a la histórica Viña Valdespino, que con una orientación suroeste, enfrentada al mar, permite beneficiarse al máximo de los vientos de Poniente a sus cepas. Todo ello aporta pleno equilibrio, mineralidad, estructura y potencia a unos vinos únicos de gran personalidad y de los más reconocidos internacionalmente.
Fieles a la tradición y con el respecto más absoluto a la forma clásica de vendimiar, arranca uno de los momentos más esperados: la vendimia. La Viña Valdespino está conformada por diecisiete hectáreas de viñedo de poda a vara y pulgar con cepas de más de 35 años que dan un fruto de una excepcional calidad.
Este rito ancestral que lleva cumpliendo Valdespino con gran ilusión, mimo y dedicación desde hace siglos; se hace de forma manual en pequeños lotes para evitar que la uva sufra. Desde primera hora de la mañana las uvas están siendo transportadas al lagar donde llegan en unas condiciones inmejorables para arrancar el proceso de vinificación.
Los racimos de uvas se disponen en las prensas neumáticas donde la leve presión de uva contra uva, produce el sangrado de los mismos, dando lugar al mosto de mayor calidad: el mosto yema, que posteriormente será fermentado en pequeños lotes en botas de roble americano de 600 litros.
Valdespino es el guardián de las más arraigadas tradiciones, siendo la calidad su sello inconfundible; calidad que está presente en todas las fases de la elaboración; desde la vendimia, pasando por la vinificación, su posterior crianza, hasta llegar al embotellado de sus afamados y prestigiosos vinos.
De la Viña Valdespino se obtienen los vinos Single Vineyard de Valdespino: Ojo de Gallo (vino blanco mono varietal Palomino Fino), Viña Valdespino-Barrel Fermented (vino blanco mono varietal Palomino Fino), Inocente (Fino), Tio Diego (Amontillado), Viejo CP V.O.S. (Palo Cortado) y Cardenal V.O.R.S. (Palo Cortado) que configuran la columna vertebral de esta gran bodega de Jerez considerada desde 2013 como una de las 100 mejores bodegas del mundo por la prestigiosa revista estadounidense Wine&Spirits, sin duda alguna, una de las más importantes e influyentes publicaciones del mundo del vino.