Una granja de Monreal del Campo (Teruel) ya aplica las patentes desarrolladas por la empresa Térvalis para reducir la contaminación que generan los purines ya que evitan que las excreciones se transformen en amoniaco, al permanecer como urea que no se volatiza y, de este modo, aumenta el bienestar animal y el valor fertilizante.

Así lo ha señalado a los medios el director de Planificación Estratégica de Fertinagro Biotech, Sergio Atarés, con motivo de la visita que ha realizado este jueves el presidente de Aragón, Javier Lambán, a la granja de Gloria Garzarán de Monreal del Campo, en la que se ha mostrado la unidad de tratamiento y control del amoniaco en sala desarrollada entre Térvalis, Maquinaria Agrícola Plumed y SGS.

El objetivo de esta visita, ha apuntado Atarés, es que todo el sector conozca las ventajas que pueden proporcionar las tecnologías y encontrar, no solo el valor económico, sino el social y ambiental de esta aplicación y aumentar así el valor añadido global en un sector líder europeo como el porcino.

Las unidades de tratamiento permiten la medición, el reporte y la verificación de la disminución de las emisiones de amoniaco a través de la estandarización de estos procedimientos y mediciones gracias a la colaboración con SGS, entidad de reconocida solvencia en el área de certificación.

Con esto se pretende que estas unidades se puedan instalar por todo Aragón para crear una red de monitorización, reporte y verificación de los tratamientos, lo que para Javier Lambán supone “la iniciativa de mayor peso medioambiental impulsada por su ejecutivo”.

El objetivo global del proyecto es desfosilizar el sector agroalimentario aragonés por la eliminación del nitrógeno mineral y el mayor aprovechamiento de otras fuentes de nitrógeno disponibles: “de esa forma nos acercaremos a la comunidad con el objetivo de producir alimentos más saludables, sostenibles y asequibles”, ha explicado el director de Planificación Estratégica de Fertinagro Biotech.

El pasado mes de febrero se firmó el acuerdo del Ejecutivo aragonés con la empresa Fertinagro Biotech (grupo Tervalis), por el que la corporación cedió cuatro patentes de su tecnología de purines, para ayudar al Gobierno aragonés en su objetivo de solucionar el problema del sector primario y facilitar la sustitución de fertilizantes minerales por orgánicos.

Una iniciativa con la que se reduce la emisión de gases nocivos como el amoníaco y se consiguen alimentos más sanos, y que puede convertir a Aragón “en líder de la sustitución de fertilizantes minerales por orgánicos”, ha indicado Lambán, quien ha cifrado el beneficio potencial para el sector entre los 90 y los 100 millones de euros al año, además de un beneficio social y medioambiental de mil millones.

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