Un proyecto coordinado por el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), dependiente de la Consejería de Economía, estudia el riego de invierno y verano, y otras prácticas más sostenibles, en variedades tintas de vid para paliar los efectos del cambio climático.

Denominado “Gestión hídrica y agronómica anual en variedades tintas de vid para mejorar su manejo productivo y cualitativo y disminuir los efectos del cambio climático”, está financiado por el Plan Estatal de Investigación Científica y cuenta con la participación del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla León (ITACYL), el Instituto Técnico Agronómico Provincial de Albacete (ITAP) y la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

Además del carácter prioritario del uso eficiente del agua en la situación actual, el cambio climático está provocando alteraciones en cuanto a plagas y enfermedades, fenología de la vid, proceso de maduración, rendimiento y calidad de la uva, según ha explicado la Junta de Extremadura en una nota.

El periodo de maduración se está adelantando a los meses de verano, coincidiendo con temperaturas más altas, lo que provoca un efecto adverso en la calidad, relacionado con los compuestos que influyen en la composición, el color y los aromas de los vinos, como son azúcares, ácidos orgánicos y compuestos fenólicos.

Ante esta situación, señala la nota, es necesario generar conocimiento para proponer sistemas de cultivo sostenibles en viticultura, pero también más eficientes en rendimiento, calidad y uso de los recursos.

Este proyecto con variedades de uva tinta comprende dos acciones principales relacionadas con el riego y el manejo del cultivo, con diferentes prácticas agronómicas, para contribuir, en su conjunto, a maximizar el agua utilizada por la planta, mejorar el microclima de la cepa y en la zona de racimos, regular la producción, incrementar la calidad de la uva y reducir el uso de herbicidas.

ESTA INICIATIVA NACIONAL INTEGRA A CUATRO GRUPOS DE INVESTIGACIÓN ESPECIALIZADOS EN VITICULTURA, PERO CON TRAYECTORIAS DIFERENTES

El estudio del riego incluye aspectos novedosos, como diferentes frecuencias y periodos de riego en el ciclo anual del cultivo y la respuesta del cultivo al riego de invierno para estimar el momento más adecuado en caso de escasez de lluvias o precipitaciones irregulares en esta estación del año.

Por otra parte, en los ensayos se estudiará el manejo del dosel foliar o parte aérea de la planta, la densidad foliar y la distribución de las hojas, y cuáles son sus efectos en la actividad fotosintética, la radiación solar que llega a los racimos, su incidencia en la maduración y la composición de la baya.

Esta iniciativa nacional integra a cuatro grupos de investigación especializados en viticultura, pero con trayectorias diferentes, por lo que algunas de las acciones serán complementarias, aportando un valor añadido al proyecto.

Además de las tareas comunes, cada equipo profundizará en el proyecto en un aspecto concreto, de modo que Extremadura y Castilla y León abordarán de manera más específica la monitorización y recogida de datos para el ajuste del dosel foliar de la cepa y conseguir las condiciones más óptimas.

En Castilla-La Mancha, por su parte, se cubrirán las cepas en la fase de pre-brotación con un techado o cobertizo para simular un periodo de sequía invernal y estudiar técnicas que puedan paliar los efectos negativos.

En Galicia se empleará en el suelo un acolchado o mantillo inorgánico, aprovechando residuos o material de desecho de la industria pizarrera de la zona, para evaluar su eficacia en la disminución de maleza en la hilera del viñedo, como alternativa a los herbicidas químicos.

También se examinará si esta técnica novedosa es de utilidad en la eficiencia del riego para conservar mejor el agua de lluvia, ayuda a mejorar el perfil del suelo o aporta otras ventajas.

El proyecto se centra en cuatro variedades de uva tintas adaptadas en cada zona, garnacha en Extremadura, tempranillo en Castilla y León, syrah en Castilla-La Mancha y mencía en Galicia.

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