Es habitual que los agricultores encuentren en el campo restos de la guerra civil en forma de bombas sin detonar o incluso algunas reliquia del pasado, pero en esta ocasión el hallazgo ha sido mucho más sorprendente: una espectacular pieza arqueológica de arte íbero, datada de hace unos 2.500 años según las primeras estimaciones, ha salido a la luz de forma totalmente casual en un olivar ubicado en el término municipal de La Rambla, en la provincia de Córdoba. Se trata de la figura de una leona devorando a otro animal que ha sido hallada en perfecto estado de conservación.

El autor del inesperado descubrimiento fue Gonzalo Crespo, un agricultor de San Sebastián de los Ballesteros que se llevó una sorpresa mayúscula al dar con la escultura cuando este miércoles estaba arando su olivar y realizaba un surco para retener el agua y halló lo que pensaba que era una piedra», según confesó el hombre a diariodecordoba.com.

Crespo, un profesional del transporte prejubilado, preparaba su olivar para la inminente recogida de la aceituna. «Pasé y noté que el tractor se había encontrado un obstáculo, pero estas máquinas modernas están preparadas para no romper. Continué y cuando me di la vuelta, lo vi», relata. La pieza arqueológica yacía semienterrada, de costado, las fauces y las patas adormecidas durante siglos bajo el suelo fértil de la campiña. «Llamé a un buen amigo que es cabo de la Guardia Civil y trabaja en la sede judicial de Lucena y me orientó», narra.

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil llegaron poco más tarde y se realizaron las pertinentes labores de recuperación con la asistencia de técnicos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía. No hizo falta precintar la zona, pues el punto concreto no ha sido desvelado para evitar a los merodeadores. «Los arqueólogos están flipando», dice Crespo.

El alcalde, Francisco Javier Maestre, ha explicado que, aunque en el municipio existen vestigios de la época romana documentados, es la primera vez que se producen hallazgos arqueológicos de esta envergadura. La pieza ha sido trasladada al Museo Arqueológico de Córdoba para ser sometida a una limpieza y estudio completo. Mientras, Gonzalo Crespo bromea: «Tengo un sitio preparado en la chimenea».

(Fotos: Ayuntamiento San Sebastián de los Ballesteros)

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