El presidente del Comité Humanitario de la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania, Mykyta Poturaiev, ha advetido a los países de la UE  que deben prepararse ante la posibilidad de que Rusia ataque instalaciones agrícolas, y pidió a la Unión Europea hacer más para apoyar el suministro de carburante dedicado a la agricultura.

«Ucrania ya está con la UE intentando establecer corredores logísticos para los bienes agrícolas ucranianos utilizando nuestras instalaciones ferroviarias», apuntó, y mencionó que «también debería haber una oportunidad de utilizar la infraestructura agrícola europea para salvar» la producción agrícola de Ucrania.

El representante de la Dirección General de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO) Alessandro Valdambrini advirtió de que la crisis en Ucrania tendrá efectos colaterales tanto a nivel de refugiados como de alimentación, que se agravarán si hay un ataque a instalaciones agrícolas.

«La predicción es que, si la producción agrícola ucraniana cae un 40%, 400 millones de personas pueden sufrir hambre a nivel global», agregó por su parte Marek Stys, en representación de ONG internacionales humanitarias presentes en el Donbás (este) desde la agresión de Rusia en 2014.

Mykyta Poturaiev también instó este miércoles a la UE a «hacer más» para apoyar la producción agrícola ucraniana y que no se pierdan las cosechas de las que dependen muchos países en Oriente Medio y África.

«Cuando se pide a Ucrania dar pasos para evitar una hambruna global. No somos responsables de una hambruna global, el único país responsable es Rusia», recalcó Poturaiev, que intervino por videoconferencia en la Comisión de Desarrollo de la Eurocámara para dar detalles de la situación humanitaria en su país.

Además de los más de tres millones de refugiados y siete millones de desplazados internos que por el momento ha causado la guerra, se refirió a que 171 instituciones educativas y 300 médicas se han visto afectadas y, de ellas, 95 y 21 respectivamente han quedado «totalmente destruidas».

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