Mientras que la Administración de EEUU sigue poniendo en tela de juico las ayudas de la PAC europeas, como se ha visto en los arancelesa la aceituna negra, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aprobado un segundo paquete de ayuda a los granjeros y agricultores de su país, esta vez de 16.000 millones de dólares, (14.289 millones de euros) con el fin de paliar los efectos de la guerra comercial con China.

«Vamos a asegurarnos de que nuestros granjeros consiguen el alivio que necesitan, y muy rápido», dijo Trump en un acto en la Casa Blanca con agricultores de diferentes tipos de cosechas.

«Este apoyo a nuestros granjeros se financiará con los miles de millones de dólares que el Tesoro recibe» de los aranceles impuestos a China, aseguró el mandatario.

Unas horas antes, el secretario de Agricultura de EE.UU., Sonny Perdue, adelantó que Trump había aprobado ese paquete, y explicó que está destinado a ayudar «a los granjeros que han sido dañados por estas represalias arancelarias», en una entrevista con la cadena Fox News.

En 2018 el Gobierno estadounidense ya anunció un programa de asistencia similar por 12.000 millones de dólares para el sector agrícola y ganadero.

Según Purdue, parte de los 16.000 millones de dólares serán usados «para acceso a otros mercados» y, si China decide no cumplir, entonces se venderán estos productos en otros lugares».

Entre estos mercados el secretario de Agricultura citó la India, Filipinas, Malasia y Tailandia.

Como ejemplo de los efectos de esta guerra arancelaria, las exportaciones de soja de EE.UU. a China han caído más de un 80 % en el pasado año, y Pekín ha pasado a comprar soja de Brasil y Argentina.

La guerra comercial entre Washington y Pekín se recrudeció a comienzos de este mes, cuando EE.UU. incrementó los aranceles para varias importaciones chinas de más de 5.000 productos, valoradas en unos 200.000 millones de dólares, de un gravamen del 10 % a uno del 25 %.

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