También tiene efectos beneficiosos el propio alcohol de la cerveza, ya que contribuye a mejorar el perfil de los lípidos.
A ello se suman otros aspectos nutricionales, relacionados con la vitamida D y el aporte de minerales como el silicio, que contribuyen a la prevención de las enfermedades cardiovasculares, ha dicho el catedrático de la ULPGC.
Sobre consumo de cerveza y obesidad ha hablado Manuel Gargallo, quien ha manifestado que esta bebida tiene un aporte calórico variable -42 kilocalorías por cada 100 mililitros en el caso de las cervezas con alcohol y 17 kilocalorías en las que no tienen-, y ha destacado que, como ocurre con muchos productos, en exceso puede contribuir al desarrollo de la obesidad.
Ex esceso puede ayudar a contribuir a la obesidad
Por eso, el endocrino ha recomendado consumir cerveza sin alcohol y restar alguna comida, como la merienda, a la dieta diaria cuando se vaya a sobrepasar las dosis medias, con el fin de mantener el aporte calórico global de esa jornada.
Además, ha destacado que los frutos secos o los embutidos con los que se suele acompañar en España a la cerveza, muy ligada también al tapeo, a diferencia de los países anglosajones, donde se suele beber sola y en mayores cantidades, suelen tener más calorías que la propia bebida.
La vocal de alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Las Palmas, Josefa María González, ha destacado la labor que pueden desarrollar estos profesionales a la hora de ofrecer buenos consejos nutricionales a la población, dados los conocimientos que poseen y la amplia red de oficinas desde las que pueden llegar con facilidad al público.
Sobre el consumo excesivo de cerveza ha alertado Lluís Serra, quien ha advertido que "no vale acumular el viernes por la noche" todas las dosis diarias recomendadas de la semana.