Eliminar o reducir al máximo los residuos es una preocupación cada vez más latente en toda la cadena agroalimentaria. El uso de tecnología láser que permite el grabado en la piel de la fruta de la etiqueta es un proceso medioambientalmente más sostenible que el etiquetado convencional.

Una tecnología láser desarrollada por la empresa valenciana Laserfood permite marcar las frutas y verduras frescas para diferenciarlas en el punto de venta sin necesidad de recurrir a envoltorios innecesarios (bandeja, plásticos o etiquetas) y eliminar los residuos, al grabar, sin dañar, la piel de la fruta.

El gerente de Laserfood, Jaime Sanfelix, ha asegurado a Efeagro que su tecnología de marcado con láser es un etiquetado más ecológico. Ha apuntado que “elimina residuos, es más barata y medioambientalmente más eficiente” y contribuye a reducir la huella de carbono frente al etiquetaje convencional.

Esas fueron algunas de las conclusiones avaladas por el proyecto Ecoinnovación de la Unión Europea (UE) para hallar etiquetas eco para los productos agroalimentarios y de la que Laserfood fue promotor.

Sanfelix ha resaltado que “tenemos cálculos sobre lo que representa el ahorro en la huella de carbono el uso de la tecnología sobre el uso de etiquetas de papel tradicional, este dato es del 99,5 % de ahorro en emisiones de CO2″.

Una empresa española ha desarrollado esta tecnología láser

La tecnología es sostenible medioambientalmente al permitir un ahorro total en el uso de papel, plástico o adhesivo, además de ser energéticamente más eficiente.

Sanfelix ha señalado que, además, es económicamente más viable y que, por ejemplo, Carrefour cuenta con esta tecnología desde hace varios años para las frutas de mayor calidad puestas a la venta, en concreto las sandías.

El estudio que hizo en su día la compañía apuntaba que el coste del uso de esta tecnología láser ascendía a 0,90 euros por cada mil marcas, mientras que se disparaba hasta los 15 euros en el caso del etiquetado tradicional.

En España, uno de los mayores grupos hortofrutícolas de Europa, Anecoop, emplea esta tecnología que, no obstante, según ha reconocido Sanfelix, “tiene, de momento, más acogida en países como Alemania, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Suecia o Suiza, por citar algunos”.

Países en los que, por otro lado, el consumo per cápita de alimentos ecológicos es más elevado y cuyos consumidores se caracterizan por tratar de evitar al máximo posible residuos evitables, en este caso, plásticos, etiquetas de papel..

De hecho, uno de sus clientes es la neerlandesa Eosta, una de las principales empresas de distribución de alimentos ecológicas de Europa, que lo utiliza a petición de la cadena de supermercados suecos Ical.

El uso del láser no daña al producto hortofrutícola

Esta tecnología láser de marcado indeleble sobre frutas y verduras frescas, que no altera la pieza, está reconocida en el ámbito comunitario por la Dirección General de Sanidad (DGSAN) como un producto seguro para el consumidor.

Para lograr la marca, la pieza pasa por debajo de un haz de luz que proyecta la imagen; el láser libera los aceites de la piel y, después, se aplica un líquido de contraste que, en contacto con esos elementos liberados por el haz de láser, reacciona y fija el trazo, según Sanfelix.

Hasta la fecha, ha afirmado, son pioneros y únicos en el mercado, tras defender que “no es trivial lo que hacemos”, porque “trabajamos con un producto vivo” y la tecnología que aplicamos no “afecta a la vida comercial” de las frutas y verduras frescas.

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