La producción de la cosecha de cereal de invierno ha bajado un 59% en Castilla y León, hasta los 2,6 millones de toneladas, lo que se traduce en que su valor será de unos 450 millones de euros sobre los 1.000 del pasado año, además de que representa el 60% menos que la media de los últimos cinco años.

La consejera de Agricultura y Ganadería de Castilla y León, Milagros Marcos, ha calificado de «mal año» esta cosecha de cereal de invierno -como el trigo y la cebada- debido a la ausencia de lluvias y a una sequía muy profunda, así como a las heladas ocurridas en el mes de abril y al granizo del mes de mayo.

La consejera defiende que la medidas por la sequía hará que el sector reciba 2.000 millones para tener liquidez

Por provincias, las más afectadas han sido Ávila -con una reducción de la producción del 71 por ciento- y Valladolid y Salamanca -68 por ciento menos-. Las menos perjudicadas han sido Burgos y Segovia, con una reducción media de producción del 46 y 57 por ciento, respectivamente de esta cosecha de cereal de invierno.

Ante estos datos, la consejera, que se ha desplazado hasta el municipio de Cabrillas (Salamanca), ha recordado que el Gobierno autonómico ha ofertado ayudas ante «situaciones excepcionales» que, unidas a la «flexibilización de la Política Agraria Común», harán que «el sector reciba 2.000 millones de euros para tener liquidez ante la próxima cosecha».

«La situación es complicada para el campo», ha reconocido Milagros Marcos, quien ha achacado a las «inclemencias metereológicas» que «frente a los 6 millones de toneladas de cereal de invierno que se vienen recogiendo tradicionalmente, durante este ejercicio la previsión es que se recojan 2,6 millones», aunque no ha dicho de la convocatoria de las organizaciones agrarias para agosto por la situación del campo y para exigir ayudas directas.

Es decir, una reducción próxima al 59 por ciento de la cosecha de cereal de invierno, lo que hace que requiera «de un impulso y de un apoyo desde la administración autonómica como el que se ha puesto encima de la mesa», ha reflexionado.

Además, y si se unen «la reducción de los rendimientos y la reducción de la superficie total sembrada» el valor de la producción estará en los «450 millones de euros, cuando el valor normal de los últimos cinco años es de mil millones», lo que supone «550 millones de euros menos de producción en el campo».

La Junta estudiará por qué está fallando el seguro agrario en algunas provincias de la Comunidad

Ante ello, Marcos ha recordado que la Junta de Castilla y León ha declarado esta campaña agrícola como «excepcional» con medidas urgentes de apoyo al sector agrario.

Estas medidas se incorporan a un paquete de ayudas al sector, que estará dotado con 145 millones de euros y financiado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y la Junta de Castilla y León.

«Proporcionarán liquidez para afrontar la próxima campaña, mediante préstamos desde 40.000 hasta 80.000 euros; con líneas de ayudas directas para bonificar garantías e intereses, para garantizar el agua a la ganadería extensiva y para pagar las tasas agroganaderas; y con reducciones en el IRPF, aplazamientos de las cuotas de la Seguridad Social y exenciones en tarifas de riego», ha detallado la titular autonómica de Agricultura.

Esto permitirá al sector «contar con 2.000 millones de euros en 2017 para afrontar la próxima campaña y los agricultores y ganaderos podrán acceder a ellas», ha referido Marcos.

Además, la Consejería trabaja para ver «cuáles son las líneas de mejora en el tema de seguros, ver los motivos por los que en unas provincias está asegurado solo el 20 por ciento y en otras, más del 80; además de adoptar medidas necesarias, impulsarlas y hacer el seguro más atractivo al sector», ha concluido.

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