Vecinos de las localidades de Benasque y Eriste (Aragón), entre los que se encontraban ganaderos y cazadores, han participado este jueves 2 en una operación de rescate de cinco vacas que llevaban semanas atrapadas en medio de la nieve a más de 2.000 metros de altitud y cuya vida corría peligro si no salían de allí antes de que avanzara el invierno. “Hechos como este demuestran la fraternidad y el compromiso de la gente en unos tiempos en los que parece que no nos ayudamos”, ha comentado Antonio García, uno de los miembros de la expedición.

Las vacas, de apenas 2 años, son propiedad de un ganadero de Eriste, según recoge María José Villanueva en heraldo.es. Su rebaño bajó la primera semana de noviembre del valle del Posets, donde había estado pastando en verano, pero esas reses se perdieron en la montaña. Desde entonces han caído varias nevadas y de no sacarlas de allí se enfrentaban a una muerte segura. “Ya pensábamos que estaban muertas porque vieron algunos grupos de buitres por la zona”, ha explicado Antonio García, amigo del pastor. Sin embargo, hace unos días, un montañero madrileño las avistó y lo comunicó. El ganadero les llevó comida, pero sacarlas de allí resultaba más complicado.

El alcalde de Benasque, José Ignacio Abadía, que también se ha implicado en la operación, ha contado que la noticia llegó a conocimiento de los cazadores. “Tenemos un grupo de whatsapp y comentamos que podíamos echar una mano”. Según él, es habitual que se quede algún animal rezagado, viejo o enfermo, pero no cinco ejemplares jóvenes. “Se metieron en una zona de la que no pudieron salir y luego ya les cogió la primera nevada”. Su salvamento no era solo una cuestión económica, “también de dignidad del ganadero y pensando en las propias vacas, ya que con otra nevada hubieran muerto”. La falta de alimento las había debilitado.

El operativo de rescate de los animales partió de la zona de los tres barrancos ya dividido en dos grupos. «Los más fuertes de los cazadores, junto con el equipo de ganaderos, han ido hacia arriba, unos para empezar a hacer el camino desde arriba y los otros para conducir a las vacas. Y el equipo de abuelos, los más lentos, hemos ido abriendo el camino desde abajo en tres pasos. Unos íbamos con las motosierras, otros detrás con tijeras de podar y los últimos separando las ramas para que pudieran pasar los bichos», detalló Lafón, quien relató algún momento de inquietud vivido en un rescate que se prolongó entre las 8 y las 18 horas de este jueves, según señala Elena Fortuño en diariodelaltoaragon.es.

(Foto: Archivo)

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