La Organización Colegial Veterinaria (OCV) ha remitido una serie de observaciones sobre la Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales a los grupos parlamentarios del Senado, adonde ha llegado el texto procedente del Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva, con el fin de reclamar un última revisión de la normativa en los aspectos mal planteados.

El documento con las observaciones, de nueve páginas, hace referencia a las principales lagunas y disfunciones de la Ley que viene denunciando la OCV desde hace meses, entre las que figuran:

Presencia insuficiente de los veterinarios en los órganos de representación y asesoramiento que se crean, en la vigilancia del bienestar y la detección del maltrato –informes periciales-, y la falta de veterinarios de las administraciones municipales para controlar los nuevos núcleos zoológicos.

Indefinición del perfil del personal que impartirá la formación en tenencia responsable de animales de compañía, labor en la que no menciona a los veterinarios.

Eutanasia y sacrificio: «La eutanasia solamente estará justificada bajo criterio y control veterinario con el único fin de evitar el sufrimiento por causas no recuperables que comprometa seriamente la calidad de vida del animal, y que como tal ha de ser acreditado y certificado por profesional veterinario colegiado». Este tenor literal sigue sin tener en cuenta las circunstancias económicas del dueño, que en caso de no poder afrontar ciertos tratamientos va a provocar un notable sufrimiento al animal, incluso aplicando medios paliativos.

Identificación: La ley debería establecer de la identificación obligatoria de todos los animales permitidos para la tenencia, venta y comercialización como animales de compañía, por ser el procedimiento más efectivo para combatir el abandono, y por ello habrían de reforzarse los controles y sanciones en este sentido.

Medios económicos: Para los veterinarios, como profesionales del bienestar animal y la sanidad, cualquier aplicación de una normativa que no lleve aparejado un gasto dificulta sobremanera su aplicación. Si de verdad se quiere una protección efectiva de los animales y una profesionalización del sector, va a conllevar un sobrecoste que debe tenerse en cuenta en la ley.

Esterilización, venta y protección: La OCV reitera su oposición, en línea con otras organizaciones internacionales, a la esterilización sistemática de animales de compañía y a la exclusividad de la cría por parte de personas autorizadas, por pérdida de variedad genética.

Colonias felinas: Los veterinarios consideramos que es imprescindible apostar por la reducción y desaparición progresiva, y no su mantenimiento, aun cuando se aplique el método CER,  entre otros motivos porque la calle no debe ser el hogar de ningún animal doméstico por los peligros para su propia supervivencia que la vida callejera representa.

Además de sus observaciones, se abordan otras cuestiones como el listado positivo de especies aún sin cerrar, etología, perros peligrosos, y centros y entidades de protección animal.

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