En este mes de julio ha habido una ganadería de Maraña que ha sufrido cinco ataques del lobo seguidos en ocho días, con cinco terneros desaparecidos y un potro muerto; ante la pasividad tanto del Gobierno central como de la Junta de Castilla y León, desde la UCCL se lamentan de que «nuevamente el sector primario vuelve a ser el gran damnificado al sufrir las pérdidas económicas por los crecientes ataques de lobos que están sufriendo las explotaciones ganaderas, y una vez más nuestros políticos no hacen absolutamente nada». Y les recuerdan que «los lobos no se van de vacaciones, pero nuestros políticos, sí»

En este sentido, no entienden la pasividad del Gobierno central ni la falta de herramientas que la Junta de Castilla y León pone a disposición de los ganaderos para intentar aplacar esta problemática; «lo único que se consigue es generar una gran incertidumbre a los ganaderos al no saber qué van a encontrase cada día en su explotación. No entendemos tampoco la actitud del Partido Popular a nivel nacional, que después de aprobar la Ley que ellos proponían para solucionar este problema, han recurrido ellos mismos como inconstitucional».

Por esto, instan a las Administraciones a que generen más herramientas para gestionar la especie, «porque de otra forma estarían dando dos pasos atrás en esta problemática tras sacar el lobo del LESPRE, perjudicando de lleno a las ganaderías en extensivo».

Asimismo, desde Unión de Campesinos quieren recordar que el ganado en extensivo cumple también una labor medioambiental, manteniendo el medio rural y campos libres de incendios. Así, han solicitado al Consejero de Medio Ambiente una reunión para que ponga medidas concretas y prácticas para aliviar el problema.

«Las actuales medidas de prevención son del todo ineficientes cuando en algunos lugares, como en la provincia de León, en los últimos días una misma ganadería ha tenido hasta cinco ataques seguidos. Insistimos una vez más en que hay que abogar por la coexistencia del lobo y el ganado si se quiere lograr una convivencia real y reducir la conflictividad que genera la especie», sentencian en una nota de prensa, en la que insisten en que «los lobos no se van de vacaciones, pero nuestros políticos, sí».

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