La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ciudad Real prevé una importante merma de la cosecha de la uva en todas las variedades como consecuencia de las altas temperaturas que se están registrando en las últimas semanas y que puede provocar una caída de la producción de entre un 20 y un 30 por ciento.

Es pronto para dar cifras, pero la organización agraria pronostica que la producción en las varietales, las primeras uvas que se recogerán en la provincia y por tanto las que presentan un ciclo vegetativo más adelantado, podría verse reducida entre un 20 y un 30 por ciento, según zonas. La comarca de Campo de Montiel se llevará previsiblemente la peor parte por tratarse de una tierra más arcillosa y, por tanto, más caliente.

Los efectos de las altas temperaturas diurnas y nocturnas son visibles ya en viñas de secano y también de regadío, donde el estrés hídrico se dispara porque es mayor la evapotranspiración que el agua que absorbe la planta. También se observan quemaduras directas en las bayas, que van a incrementar el nivel de pérdida de cosecha porque las hojas no protegen la uva. Consecuencias que determinarán además la campaña venidera.

El exceso de temperatura también adelanta la maduración, por lo que se espera que la vendimia se generalice entre treinta y cuarenta días. Por último, en lo relativo a las enfermedades de planta, el calor está provocando que haya localizados algunos focos de araña roja; sin embargo, está frenando la propagación de enfermedades que afectan a la calidad de la uva, como el oídio.

Esta mala previsión no es una novedad, ya que hace solo unos días, desde Asaja de Socuéllamos, ya estaba avanzando que la cosecha de uva de esta campaña en Castilla-La Mancha podría sufrir “una considerable merma” debido a factores como la sequía, plagas y enfermedades o las tormentas de pedrisco.

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