La gran mayoría del sector agrario ha recibido con satisfacción el rechazo del Parlamento Europeo a la propuesta de la Comisión del reglamento que impondría la reducción a la mitad el uso de productos fitosanitarios.

Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos considera una buena noticia para el sector el rechazo del Parlamento Europeo, tal y como la organización había pedido a los eurodiputados españoles.

Para Unión de Uniones, las reducciones del uso de fitosanitarios que pretendía imponer la propuesta son inasumibles para el sector si no se destinan recursos científicos, técnicos y financieros suficientes para buscar alternativas eficaces y viables en cada zona agroclimática y, sobre todo, si estas alternativas no se buscan con el consenso de los agricultores. «Sin medir los impactos, sin hablar con los productores, sin poner a su disposición las herramientas necesarias, aprobar este reglamento habría sido irresponsable», consideran desde la organización.

La organización recuerda que este reglamento era uno de los pilares de la Estrategia de la Granja a la Mesa, derivada a su vez del Pacto Verde Europeo. Unión de Uniones ha reclamado en diversos documentos a la UE y al Gobierno español que se revise la hoja de ruta de la implementación de estos planes, que fueron gestados antes de la pandemia del covid19, de sus efectos y de la crisis bélica en Ucrania. Unión de Uniones espera que esto sea una señal de que el sentido común empieza a pesar por encima de la doctrina ideológica, a la que en este último período nos han tenido lamentablemente acostumbrados las instituciones europeas.

COAG RECALCA QUE DE HABERSE APROBADO DEJARÍA INDEFENSOS A LOS AGRICULTORES

Por su parte, la COAG valora el rechazo en bloque del Parlamento Europeo y asegura que «nos alegramos de que haya imperado el sentido común y la responsabilidad entre los europarlamentarios. Sin alternativas eficaces y plazos realistas, la propuesta de la Comisión Europea dejaría indefensos a los agricultores para combatir las plagas y provocaría una fuerte subida del precio de los alimentos al consumidor. El informe de impacto realizado por la Universidad de Wageningen apunta que la aprobación de este reglamento provocaría una pérdida del 20% de la producción vegetal europea y, en consecuencia, un mayor aumento del precio de los alimentos”, ha apuntado Miguel Padilla, Secretario General de COAG.

Durante los últimos meses, COAG ha mostrado su rechazo a las distintas instituciones comunitarias en base a consideraciones como que «es intolerable la hipocresía de la Comisión Europea respecto a la no exigencia de estas condiciones a las importaciones de terceros países. Perpetuaría la competencia desleal con nuestras producciones. Pedimos reciprocidad: las exigencias que se aprueben en la UE deben cumplirlas las producciones agrarias que entren al mercado comunitario», que se pretendieran usar los fondos PAC para financiar este reglamento; o que la fecha de 2030 era poco realista, ya que no había plazo suficiente para acometer esa transición sin alternativas viables para el agricultor.

Finalmente, recalcan que “los agricultores somos los más comprometidos con el uso sostenible de productos fitosanitarios y el cuidado del medio ambiente. Trabajamos en el medio ambiente y queremos seguir desarrollando nuestra actividad profesional, por muchos años, en el mejor entorno”.

AVA ASAJA VE QUE FINALMENTE «LA CLASE POLÍTICA SE HA PUESTO AL LADO DE SUS AGRICULTORES»

Finalmente, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) también valora de manera muy positiva este posicionamiento de los europarlamentarios, a quienes se había dirigido en multitud de ocasiones, tanto de manera directa como mediante su organización nacional ASAJA y el COPA-COGECA, para solicitarles un voto en contra de dicha iniciativa.

No en vano, AVA-ASAJA recuerda el informe de impacto realizado por la Universidad de Wageningen -referente mundial en el ámbito agrario- que concluyó que la aprobación de productos fitosanitarios provocaría una pérdida del 20% de la producción vegetal europea y, por tanto, un aumento de los precios de los alimentos para los consumidores.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, considera que “la clase política por fin da una buena noticia al sector agrario, se pone al lado de sus agricultores y no acacha la cabeza ante el falso pretexto del ecologismo radical que tanto daño está haciendo a los productores y consumidores europeos. Si nos quedamos sin fitosanitarios eficaces para cuidar las plantas ante plagas y enfermedades, produciremos menos alimentos y serán todavía más caros. Hay que actuar desde la ciencia y el consenso con el campo para que los agricultores y ganaderos sigamos siendo los primeros ecologistas de Europa”.

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