Las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA han mostrado su más rotundo rechazo al documento de bases para la elaboración de una estrategia para la conservación y gestión del lobo en España planteado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico . Exigen su retirada inmediata y la apertura de un proceso de diálogo con todos los actores implicados (organizaciones profesionales agrarias, ONGs medioambientalistas, expertos y CC.AA afectadas) para negociar un nuevo plan de gestión y control del lobo que recoja un análisis actualizado del número real de manadas y ejemplares que existen en España y las posibles medidas para facilitar la coexistencia con la ganadería, el control poblacional y las compensaciones frente a los daños.
Así se manifiesta en el informe conjunto de alegaciones, en el que se denuncia la nula participación de los colectivos ganaderos, principales afectados por las poblaciones de lobos, en los foros, comités técnicos de seguimiento y consultas para la implementación de medidas que van dirigidas y afectan al sector agrario. Asimismo, se recogen los principales motivos del rechazo a dicho documento:
- Rechazamos este documento de bases porque, en sí mismas, son ya una estrategia que sólo persigue la expansión del lobo por la geografía española y su conexión con lobos de Francia e Italia, sin tener en cuenta las consecuencias económicas, sociales y medioambientales para los ganaderos y la población del medio rural.
- Rechazamos que el Ministerio de Transición Ecológica olvide que la ganadería extensiva ha constituido tradicionalmente una actividad esencial para el mantenimiento del medio ambiente y de forma especial en las áreas de montaña. Generadora de empleos y economía, la ganadería extensiva y el mantenimiento de razas autóctonas ha resultado fundamental en la gestión de los recursos y la ordenación del territorio, habiendo contribuido de forma determinante a la conformación del legado natural y la biodiversidad.
- Rechazamos una valoración tan sesgada del conflicto que conlleva la coexistencia con el lobo, criminalizando la actuación del sector ganadero y sin reconocer que la problemática viene dada por la expansión geográfica del lobo y su exponencial incremento poblacional. Esta situación deriva en un incremento del número de ataques en las explotaciones ganaderas, sin que la Administración competente establezca medidas dirigidas a conseguir una rápida compensación y un inmediato control poblacional.
Además, consideran que, con este documento de bases, «el MITECO olvida que los ataques de lobo no sólo provocan importantes perjuicios económicos, sino una desestabilización de las producciones y del programa de producción y de cría, sino también, un importante y grave impacto emocional en el ganadero. Está claro que los daños y secuelas que quedan en una explotación ganadera tras sufrir un ataque de lobo no han sido contemplados y vuelve a ser el sector ganadero el que debe cargar con un determinado nivel de daños. No se menciona en ninguna parte el compromiso de la viabilidad económica de las explotaciones”, han afirmado los máximos responsables de UPA, COAG y ASAJA.
Mientras tanto, se mantiene el proceso de movilizaciones en las CC.AA. más afectadas. Actualmente, el lobo ibérico es una especie en expansión en España. Su número no ha dejado de crecer en las últimas cuatro décadas y sus poblaciones en el noroeste peninsular son las de mayor densidad de toda Europa occidental. Esta abundancia, unido a la presencia de explotaciones de ganado extensivo en las zonas rurales, está generando un conflicto, que se ve agravado con medidas como las que pretende adoptar el Ministerio. Por tanto, los ganaderos/as, no entienden que el Canis lupus precise una protección especial, como no lo hace en los países de nuestro entorno donde las medidas de control son más rigurosas.
Lo primero, los ganaderos no son unos vagos, son trabajadores sin fiestas ni descansos que se dejan la piel pir sus animales(la mayoria). El lobo iberico. Una especie ligada a nuestra historia como ser humano. Un ser vivo que siente y piensa, que ha visto como se le ha arrebatado el mundo y acorralado en ciertos luegares. Un animal necesario en lo rural para detener la plaga de jabalies y corzos y otras especies que sin depredador tb son dañinos para los ganaderos. Y trasmisores de enfermededas que les puede paralizar el negocio. El lobo es necesario paralos ganaderos, debemos encontrar la manera de convivir con el.
Si no tienes ni idea de ganaderos no hables, porque detrás de ganadería hay familias que dependen de las ovejas y cabras para llegar a fin de mes, y una cosa es extinguir al lobo y otra es controlar la población
El lobo quema el monte
Si no lo uniera habría cabras y ovejas q lo traerían limpio y como siga creciendo
El lobo estaba en el campo antes que el ganadero y sus vacas…
Quien quiera desarrollar un negocio de ganadería en esxtensivo tendrá que saber cómo protegerse para que su negocio sea viable..
El lobo es del campo!
Osea que si quiero criar gallinas y dejarlas sueltas tendríamos que matar a los zorros, las águilas y todas las alimañas que seguro las darán caza??
Pues no!! Si quiero criar gallinas tendré que brindarles unos medios de protección vallando un corral o lo que sea para que estén a salvo y yo pueda desarrollar mi actividad( negocio) sin que haya que matar los animales del campo!!! Que están en el campo antes que yo!!!
Antiguamente mis abuelos se quedaban con los mastines cuidando al ganado, ahora el ganadero quiere dejar las vacas sueltas y irse al centro comercial de compras con la familia…..
Si tienes un negocio como este pues tendrás que estar pendiente y cuidarlo y no solo llorar y llorar….
La fauna silvestre no se toca!!!!
Bien dicho. Sin embargo es demasiado complejo para que lo entiendan estos vagos amantes de la sopa boba y subvenciones
Haber, se nota que de vagancia eres un experto, si tan chollo es, no sé a que esperas y tantas subvenciones, hay, a ponerte con una explotación ganadera, salvo que visto lo visto aparte de vago, eres gilipoyas.
De la contaminación que la agricultura y la ganadería esta causando en el medio ambiente con herbicidas y plagicidas, abonos, purines, estiércol; – ¡ No mata !, no comentais! No interesa hablar..
Por que no nos ilustras con tus conocimientos.
No mereces el pan que te llevas a la boca.
Menos mal que hace tiempo que el tiranosaurio se extinguió .
Tu heres tonto amigo y ademas innorante.si no sabes de lo que hablas es mejor que cierres el pico que no tienes idea de nada y apino como el otro señor tu heres gilipollas mira berzotas.esas personas se dejan la piel por sus animales porque viven de hellos y los lobos que coman mierda entiendes tontito y no digas mas nabosadas baboso y si esa gente ban al supermercado acaso tu no vas estupido callate que dad asco quien herrs tu para hablar en ese tono no as trabajado en tu bida retrasado callate porfabor innorante.asi te coman ati los guebos por idiota
Haber iluminao, suiguiendo tú razonamiento,existe una diferencia entre el control de la especie y el exterminio, tanto del lobo como otras, por lo que entonces toda forma de progreso q ha sido a costa del medio natural, pantanos,carrteras,ciudades,etc,según tú deberíamos volver a la prehistoría, si tanto te apena, ya sabes, te los llevas a casa y los alimentas de tu bolsillo, seguro q no dices q no a un buén chuletón, salvo que tu plato preferido sea la paja,pero deja algo para el burro, que tiene sus derechos.
Estás hecho polvo. Y no eres ganadero, eso es seguro.
Usted no tiene ni idea es tremendamente ofensivo y desconocedor se ven muy bien los toros desde la barrera . EL LOBO es un saco de pulgas que mata por matar y detrás de su introducción existen muchos intereses económicos. Todo mi apoyo al ganadero de extensivo
EL ASUNTO DEL LOBO IBÉRICO Y SU COEXISTENCIA CON LA GANADERÍA EXTENSIVA DENTRO Y FUERA DE SUS TERRITORIOS NATURALES:
El marco en el que la polémica del lobo ibérico en España debe zanjarse y solucionarse:
El lobo ha existido en los bosques de nuestras cordilleras, estepas y sierras españolas y portuguesas -Iberia- desde hace siglos, y debe seguir existiendo en número sostenible que garantice sus poblaciones fuera de todo peligro de extinción de la especie. El lobo es necesario como depredador regulador de los medianos y pequeños mamíferos de los que se alimenta, sus presas, en sus entornos naturales, y de las enfermedades y plagas que estas pueden propagar a otras especies, como son venados, jabalíes, etc… Aporta biodiversidad, riqueza y valor ecológicos, control sanitario y de otras especies que pudieran suponer una plaga, aparte de cómo toda especie salvaje autóctona de los territorios aporta valores económicos y de biodiversidad, patrimonio biogenético, de precio invalorable.
La ganadería extensiva es necesaria en nuestros montes y sierras como vertebradora y controlador del exceso de hierba, preventivo de incendios por tanto, aporte de abono natural al arbolado y sotobosque, y regenerador de pastos. Reporta desarrollo y riqueza, ventajas y economía, alimento cárnico, y productis derivados, puestos de trabajo propio y derivados de su actividad como proveedores, etc.
Ambos, lobo y ganadería extensiva son bienes necesarios en la tierra, para nuestros entornos naturales más cercanos a pueblos y ciudades, ambas deben existir y jugar su papel en los territorios y comunidades, para el desarrollo, la economía, social y ecológico, aportando los valores ya mencionados. Ambos, la especie salvaje y el ganado coincidirán en algunos territorios de manera irremediable, unas veces por interés humano y otras porque el lobo descienda o se interne en territorios naturales invadidos por las actividades humanas de carácter comercial o de ocio, por presión humana proveniente desde otros territorios o por cambios de las costumbres de sus presas naturales, ya sean de manera puntual, estacionales o definitivas, por escasez de dichas presas, etc., o en espacios artificiales que el hombre halla anexionado y creado a/de de la naturaleza para realizar dichas actividades, u otros usos que halla recuperado que fueran abandonado de sus actividades anteriores en el pasado.
Lobo y rebaños de ganado extensivo deben ser compatibles y coexistir en dichos casos de encuentro fortuito o forzado por las razones mencionadas u otras imprevistas. Han coexistido toda la vida hasta que una u otra actividad fueron abandonados, por presión humana, por intereses encontrados, competitividad del espacio, cambios en modelos productivos o de explotación de los bosques y sierras, etc. Sus responsables: proteccionistas de la especie y ganaderos deben ponerse de acuerdo para que ambos: lobo y actividad ganadera extensiva puedan convivir de manera sostenible en aquellos territorios que de manera casual, puntual o intencionada lobo y ganadería coincidan, …y reportar los valores y beneficios mencionados.
Al amparo de este marco de partida, se deben desterrar posturas políticas y de opinión pública tóxicas que demonizan al lobo o criminalizan a la ganadería y ganaderos, libres de tópicos y prejuicios.
En la mesa del lobo deben sentarse todos los actores expertos defensores implicados de ambos bandos, y no por separado, ni hacer prevalecer sus intereses sin ceder ambos bandos en bien de todos.
Deben desecharse discursos manipulados y sesgados que buscan confrontaciones excluyentes y de resta para cualquier bando. Pretender un beneficio excesivo e injusto hacia cualquier bando proporciona una pérdida para todos, esto no es una guerra en la que debe haber un vencedor. Debemos ganar todos: la sociedad, la actividad ganadera, naturaleza, biodiversidad y la especie, los territorios, etc…todos los actores implicados en que dicha convivencia reporte valor y beneficios al territorio.
Afrontar el asunto como un conflicto de intereses enfrentados entre ambos bandos y sus defensores o implicados, es una guerra que nos aleja de sus soluciones de coexistencia y del beneficio incluyente para todos de éstos sectores vitales en nuestros montes. Debemos buscar valores de suma que evite el avivamiento del conflicto, su enconamiento, su estancamiento, o su enroque, buscando valores que enriquezca su coexistencia, y multiplicadores de las ventajas que se aportan mutuamente. Hay que buscar alternativas de supervivencia y enriquecimiento mutuo y no de exclusión para ambos bandos.
Hay que buscar y aportar soluciones productivas que impliquen a las comunidades afectadas que pongan fin al problema de la confrontación, sobre todo dejar de ver un problema medioambiental y sí una oportunidad de cambio de relaciones más enriquecedoras entre las actividades productivas y de consumo humano de alimentos animales y la existencia de especies salvajes donde éstas actividades se realizan o se introducen, o donde ya existían desde hace siglos éstas actividades y relaciones de coexistencia entre la naturaleza, sus seres y el hombre, pero se abandonaron y se perdieron en el olvido los aspectos culturales o de convivencia de cualquiera de ellas -lobo o ganadería-, que la hacían posible. Hoy hay que volver a recordar y recuperar dichos aspectos y conocimientos, ponerlos de nuevo en valor.
Hay que valorizar para la comunidades y turistas la existencia del potencial del lobo, en el desarrollo de territorios y zonas rurales en los que también se realizan actividades de ganadería extensiva y a su vez se obtienen y venden sus productos derivados, y mantener a consumidores informados responsables y concienciados sobre las ventajas de los valores obtenidos en los productos m, bienes de consumo o de ocio, gracias a dicha coexistencia.
Las distintas administraciones, ministerios, municipios, asociaciones de ambos bandos, organizaciones, mercados, hosteleros y turistas, etc…., todos los sectores y actores implicados o interesados tienen la responsabilidad de jugar su papel fundamental en la búsqueda de soluciones de convivencia entre el lobo y la ganadería extensiva.
Ambos sectores, como todos, deben adaptarse a los nuevos tiempos de manera que facilite su mutua coexistencia pacífica. Como es natural el lobo es una especie salvaje, no atiende a razones, por lo que sus representantes deben procurar y tutelar la búsqueda de soluciones responsables que logren dicha convivencia y la adaptación de la mutua coexistencia, sin que la especie se superpueble causando demasiados perjuicios al ganado, o que éste acceda libremente a los plenos territorios de reproducción, alimentación, a sus guaridas, etc. A su vez la ganadería debe adaptar su actividad a la presencia del lobo en los territorios en los que ambos coincidan de manera natural o artificialmente, casual o intencionada y a buenas prácticas y prever medios protectores y preventivos, así como obtener ayudas ágiles y justas en caso de pérdidas por ataques del lobo al ganado, del cual no debemos olvidar es una especie salvaje que no atiende a razones ni intereses humanos, ni a puertas que queramos poner al campo, un animal libre como deben ser dichas especies, de las cuales los hombres no son ni sus dueños ni de la propia Tierra, aunque pretendamos muchas veces, con los consiguientes perjuicios que causamos a la naturaleza y a sus seres. La figura de custodios de los entornos naturales privados o públicos debe cumplir su papel fundamental de explotación, a la vez que preservación y protección de los bienes ambientales, su valor y riqueza que contienen para la biodiversidad y patrimonio genético, en forma de especies salvajes. Dicho ésto, debemos pensar cuál debe ser y cuán debe cambiar la relación del hombre con ambos, si queremos sobrevivir en un planeta ya suficientemente castigado por el modelo de relación que hasta ahora hemos tenido, dentro del cual el lobo es otra especie víctima más de ese desajuste antropogénico causado al planeta. Pero esos son asuntos más profundos que no vienen al caso en éste caso…por ahora.
Por supuesto que hay que conceder indemnizaciones por el ganado cuando sea atacado por lobos…pero como en el caso de la eutanasia no hay que tomar dichos ataques como hechos producidos como regla general…sino que son la excepción…por lo tanto lo que hay que regular con normas no es al lobo sino a aquella actividad ganadera extensiva realizada dentro de los territorios naturales del lobo…la cual hay que supeditar a la especie, y no la especie supeditarla a la actividad…Es la actividad la que es introducida por el hombre en la naturaleza salvaje y libre, por lo que son aquellos casos exclusivos de ataques de lobo que se producen dentro del terreno del ganado, es decir cuando el lobo sale de su territorio natural y ataca ganado de forma indiscriminada suficientemente protegido dentro de su actividad reglada y correctamente llevada a cabo…no que cuando el ganado es dejado a la buena ventura en territorios del lobo se pretenda cobrar indemnizaciones porque halla sido atacado. Dichos ataques en esa situación lógico que serían la norma general…ya que el lobo no distingue entre ganado humano que invada sus territorios y sus presas tradicionales salvajes de las que se alimenta.Es una especie salvaje que como ya he dicho no atiende a razones y a intereses humanos, ni entiende de sus actividades productivas, comerciales o de ocio. Es que se tiene derecho a indemnizaciones cuando dichos ataques se producen dentro de un marco de convivencia y coexistencia, cuando ésta se produce dentro de la actividad ganadera regulada y vigilada, aceptada por todos los actores implicados e interesados, asumiendo cada cual de los bandos sus riesgos y responsabilidades, sus deberes y derechos, los ganaderos a través de los acuerdos alcanzados con gobierno, y el resto de actores implicados e interesados, a través de sus representantes y asociaciones, como con los representantes de la vida salvaje, ecologistas, departamentos de medio ambiente y transición ecológica, etc. Dentro de ese marco regulador, los ataques de lobos a ganado extensivo dentro de su marco de actividad igualmente legal y regulada, dichos ataques son la excepción…y son ahí donde se deben conceder indemnizaciones justas y rápidas…Son los casos de ataques fuera del marco regulador los que se deben estudiar con lupa y detenidamente para dilucidar las causas y causantes o responsables, porque los anteriores están claros…y dentro de su marco regulatorio, los otros están fuera de dicho marco. Es insostenible y ruinoso para las arcas públicas considerar que dentro de un marco tutelado y regulado y normalizado, pactado y alcance de acuerdos entre todos los actores interesados e implicados en la actividad ganadera extensiva dentro de la convivencia y coexistencia con el lobo, aparte de falso y desenfocado de la realidad, que se produzcan de forma generalizada y en porcentaje muy alto ataques de lobos…ya que dichos ataques y dicha convivencia estaría de producirse así, fuera de todo control, por lo tanto dicho marco de convivencia y coexistencia no sería tan válido, tan bien regulado ni vigilado adecuadamente.
Dicho marco regulador del que se dota a la actividad ganadera extensiva en donde se realizan, ya sea dentro de territorios de lobo o fuera de ellos, de las infraestructuras adecuadas de protección al ganado en cada caso, así como de medios humanos, y de prevención de los ataques, y toma de medidas preventivas, que optimicen la gestión de la actividad humana…los ataques deben ser dentro de un marco regulado y consensuado por todos, por lógica, los ataques del lobo al ganado serán los menos generalizados, excepcionales…o de lo contrario algo se estaría haciendo mal en ese escenario de regulación aceptado y llevado a término por todos los que lo suscriban. De otra manera, si se consideran los ataques como una norma generalizada y por todos éstos ataques que se reporten se concedan a los ganaderos ayudas e indemnizaciones de manera expeditiva o indiscriminada, sin estudio, no se estaría apoyando la actividad ganadera de manera sostenible, sino subvencionando al 100%, y ésta seria una actividad parasitaria dentro de la naturaleza, que costaría mucho dinero a las arcas públicas, por tanto al contribuyente, y estaría supeditada y dependiendo totalmente de indemnizaciones injustas y artificiales, no realistas dentro del territorio del lobo…El lobo sería así el enemigo sin serlo en su propio terremitorio, la actividad sería victimista, y la relación de convivencia y coexistencia sería totalmente artificial, estaría alienada, viciada de entrada…Hay que realizar un estudio e inventariado de todos aquellos territorios afectados dentro de territorios del lobo, en los que la actividad ganadera haya que adaptar y mejorar su gestión para que el marco regulador de la convivencia sea efectivo y sostenible…y no una ruina para las arcas públicas debido al exceso de indemnizaciones a conceder por los ataques o pérdidas de cabezas de ganado a manos del lobo, por ser dicho marco no válido, o artificial. No es de recibo que la comisión reguladora de dicho marco se reúna a dos bandas y por separado, es decir, que la actividad ganadera a través de sus asociaciones profesionales pretenda reunirse por separado con las administraciones, o boicotee la reunión de los representantes del lobo…o viceversa…Sólo desde el diálogo conjunto, empático y constructivista, pueden hallarse soluciones conjuntas y consensuadas en las que nadie ceda o pierda intereses más allá de sus posibilidades. Esperemos que la renuncia de asociaciones profesionales agrarias y ganaderas a acudir a la primera reunión de la Mesa del Lobo en La Rioja convocada por el Gobierno sea una anécdota sin importancia y todos reflexionen sobre la necesidad de que todos los actores implicados e interesados aporten su grano de arena, y de que en dicha mesa hay cabida y la necesidad de la opinión, posturas y búsqueda de fórmulas adecuadas efectivas y soluciones por parte de todos y de que todos deben componer una representación suficiente para que el marco regulatorio aporte fórmulas y soluciones de futuro estables, en la que ambos sectores convivan de manera equilibrada y sostenible, en la que todos salgan beneficiados a través de las pequeñas renuncias que lleven a componer un marco regulador suficientemente satisfactorio a la actividad ganadera y a los representantes legales de la especie salvaje.
El debate sobre el lobo y la ganadería debe abandonar perspectivas desenfocadas basadas en falsos mitos y leyendas que demonizan al lobo, arrojar luz sobre él, y adaptarse a la realidad actual de la especie en cada territorio y del cambio de paradigma climático y ecológico, del planeta, energético, productivo y de consumo racional, etc., hoy. Se debe establecer una política nacional sobre el lobo, en todo el territorio, adaptada a la realidad en cada territorio, abandonando posturas radicales y enconadas que avivan el conflicto, polémicas estériles, enfrentamiento entre Comunidades, que sólo conducen al abandono de la especie a su suerte, las cuales han conducido a su estado y situación actual, en los cuatro puntos cardinales de nuestra nación, al norte del Duero, al sur, al este y al oeste, de vacío de política común, un limbo legal sin sentido ni razón que ha llevado a que el lobo se halla extinguido totalmente en unos territorios y en otros son plaga, por su desprotección o por el exceso de ésta, con los desajustes ecológicos que ello conlleva, el descontento y confrontación de todos contra todos, y mientras la casa sin barrer unos por otros…Ya está bien tanto desconcierto y descontrol, tanta dejadez y desidia, tanta flojera y abandono, es hora de que cada cual interesado por uno u otro bando coja y sujete las riendas de la responsabilidad que le competa y corresponda, asuma sus deberes si quiere tener algún derecho, privilegio o interés y beneficio…para que todos salgamos ganando…sobre todo la ganadería y el lobo juntos, y además todos los que de ellos dependen.
Ya pasaron los tiempos en que por desconocimiento de la vida natural a algunas especies salvajes autóctonas se las consideraba alimañas. Hoy en día, la labor de divulgadores serios de la naturaleza y sus seres ha demostrado que en muchos países que ayer los consideraba así, hoy han rectificado y les han dado su papel fundamental y necesario y su lugar en los hábitats a los que pertenecieron, de los que fueron echados o extinguidos, cuando dicho papel se desconocía, o por intereses de competencia con el hombre. Lugares de los que nunca debieron ser expulsados o erradicados. Hoy la cultura de convivencia junto a territorios cercanos al hombre o conquistados por éste, de especies salvajes que por ésas razones consideró en el pasado a algunas especies salvajes como alimañas, se ha perdido. Hoy que disponemos de medios de investigación modernos, de expertos y profesionales bien formados e ilusionados, y de conocimiento del papel fundamental que ésas especies juegan en sus ecosistemas, debe recuperarse, restablecerse mediante proyectos de leyes y de gestión normativa legal reguladores, de políticas ambientales serias, de los territorios, para la convivencia pacífica entre las especies de flora y fauna salvaje y las actividades humanas que entren en desajustes y conflicto de intereses con los hábitats, ecosistemas y entornos que las albergan, que construyan ese nuevo marco de relación sostenible, racional y de restablecimiento y regeneracion entre el hombre, la naturaleza y sus seres propios, para que no cometamos los mismos errores del pasado siglo, que nos han llevado al estado actual en que estamos legando nuestro planeta a nuestras generaciones presentes y futuras, que tienen el mismo derecho de sustento y uso de los recursos terrestres para su propia supervivencia, pero de manera racional y sostenible a diferencia de como lo hemos hecho nosotros hasta hoy. Es el caso del lobo.
Tu rgumento solo exhuda clásica demagogia, mezclada con desconocimiento, incultura, odio y falta de empatía, hacia seres humanos como tú, aunque tú parezcas más un lobo. Tu y mucha gente como tú, seguro que estáis muy bien pagados y subvencionados, sin trabajar, sin sudar, ni pasar penalidades, calor y frío, como nuestros sufridos y muy mal pagados ganaderos y agricultores. Infinidad de enfermedades y calamidades, llevan en el planeta tierra desde el comienzo de la humanidad y nadie las queremos en nuestra casa y solo queremos erradicarlas. Una pena comentarios odiosos como el que has hecho.
Siempre se ha dicho que la ignorancia es muy atrevida.Para hace estos comentarios hay que ser muy idiota o un vago que come de estas asociaciones animalizaras que tanto daño hacen a la sociedad
Tú para desarrollar tu negocio no tenías q utilizar carreteras ni cubrir grandes extensiones de asfalto y ormigon ni Aires acondicionados etc tenías q andar a pie o a caballo
El señor Juán Quintana en su artículo espacio La trilla, del diario La Rioja de 02.12.2020 que titula «Muchos lobos para los hombres», escribe un artículo simplista, sesgado y partidista, populista y vergonzante.
Es el hombre el que ha invadido los hábitats de las especies, ha reducido sus espacios naturales, los ha transformado, muchas veces a peor, reduciendo su valor. Dichas riquezas no son patrimonio de países ni territorios, ni de gobiernos ni comunidades. Son patrimonio del planeta, de la humanidad, de su biodiversidad. Hay que tener muy poca vergüenza para mirar a los ojos las escenas de la vida cotidiana de cualquier individuo de cualquier especie o a sus familias, y pensar que somos superiores, que tenemos cualquier derecho sobre ellos, sin que se revuelva la conciencia. Pensar que podemos hacer uso de ellos sin pagar un precio muy alto, o sin mesura y racionalidad, sin mayores consecuencias para nosotros o el planeta, con el que somos uno. Lo que hacemos a la naturaleza ésta nos la guarda y nos lo revierte tarde o temprano, y se cobra su precio implacable. Ninguna actividad humana merece el precio de una sola vida salvaje de cualquier especie, por insignificante o superflua que nos pueda parecer. En algunos países algunas especies son protegidas hasta por 4 instituciones y asociaciones proteccionistas naturalistas y gubernamentales -tigre indochino en Thailandia-, por ejemplo, oso panda en China, etc., o se implica a las comunidades en los hábitats de las especies a proteger. En otros, las especies o son matadas o secuestradas, relegadas a reservas asfixiantes, e incluso esclavizadas, aún hoy, torturadas, usadas, subyugadas, alieneadas. Y existe una gran hipocresía entre algunos países que disponen de programas estrictos de protección de algunas de sus especies emblemáticas de sus territorios, mientras esquilman las de otros países alrededor de proyectos de explotación de recursos, como repúblicas independientes, traficando con especies que surten mercados muy vergonzosos y creencias a erradicar: mascotas, medicina tradicional asiática, productos regeneradores o vigorizantes derivados de animales, etc. Son creencias anacrónicas, sin fundamentos científicos, que alimentan egos desmesurados y supersticiones incultas. En América existen muchas especies de grandes depredadores, miles de osos de varias especies: pardo, grizly, kodiac, polares, de anteojos, glotones; pumas, jaguares y otros felinos menores. Allí existe una cabaña de ganado inmensa. Allí no montan éstos melodramas y teatrillos como aquí pa cuatro especies depredadoras que tenemos: lobo, oso, lince y zorro. Allí la conciliación entre vida salvaje y ganadería es un hecho. ¿nuestros ganaderos son diferentes a los de Norteamérica…? Esos que escriben, piensan y dicen que la convivencia entre vida salvaje y la ganadería es una utopía antinátura aparte de tremenda incultura, demuestran necedad, porque la realidad en el mundo es otra. Aquí se quiere proteger al ganado de ataques de depredadores con cuatro alambres de espino, rediles y establos ruinosos, hace años sin mantener ni rehabilitar, sin perros de guarda, y poco trabajo, cuanto menos mejor. Y se mantiene y fomenta la animadversión a dichos depredadores y la guerra entre ganaderos y naturalistas o proteccionistas. Sin política ambiental y sin sentar a la mesa a los actores implicados en éste asunto. Con leyes por decreto y prohibiciones. Una de las partes por tener los derechos o permisos de pasto de un monte se cree con derecho a hacer y deshacer en algo de lo que son sólo usufructuarios. La prueba la tenemos éstos días finales de octubre principios de diciembre en que hemos asistido a las escenas de ciclistas a punto del degüello con alambres de espinos cruzadas en los senderos de bosques porque a algunos no les gustan los ciclistas sueltos por el monte. Son los mismos que quieren al lobo erradicado de los bosques. Algunos de éstos se dedican a escribir vergonzosos artículos en prensa en defensa de los ganaderos…»una parte de ganaderos», artículos en los que se les ve mucho desde la primera frase el plumero. Estos defensores a ultranza del hombre, defienden al hombre por encima de la vida, que la arrasa y esquilma, una especie dañina por encima de cualquier otra. La única que muerde la mano que le alimenta y se caga donde come. La única especie que ha demostrado tener la capacidad de transformar su hogar, el planeta entero hasta el punto de llevarlo al colapso, de quedársele pequeño, de no tener ninguna clase de respeto a su propia supervivencia ni a su casa, su madre, su seno La Tierra. Que se reproduce sin ninguna mesura, y se alimenta por encima de sus necesidades con alimentos en los que incluye productos nocivos y tóxicos. Produce alimentos suficientes pero los reparte mal y los desperdicia por encima del 20%. Deja que la miseria, el hambre, la guerra y enfermedades lleve a la muerte a millones de sus individuos mientras se reproduce desmesuradamente. Esclaviza a muchos de sus congéneres, tortura y masacra. Se embarca en falsas creencias. Realiza extraños rituales y envenena sus alimentos con productos sintéticos. Lleva a millones de sus individuos a la dependencia a drogas, y empobrece los suelos de cultivo con aditivos que degeneran la biodiversidad de plantas y animales, y los convierte en adictos a fertilizantes y fitosanitarios sintéticos perniciosos. Produce millones de moléculas artificiales nocivas a su propia salud y fisiología, incompatibles con la vida: cancerígenos, tóxicos, perjudiciales a la reproducción, a la alimentación, a las vías respiratorias, alérgenos, inmunosupresores, etc., etc. La única especie que convierte su casa en un basurero. La que fomenta la sobrealimentación y obesidad de sus vástagos. La que aliena a sus individuos convirtiéndolos en seres desquiciados, esclavos de su sociedad y sus subproductos, los cuales son en mayoría bazofia para su mente y cuerpo, perturbadores de su paz, disruptores físicos y espirituales, convertidos en seres sin conciencia ni empatía, sociopatas, degenerados contagiosos. Seres alejados de la naturaleza, su propia naturaleza. Presentar a los animales salvajes como devoradores de hombres como una regla es afirmar que en solitario o en manada se adentran en nuestros pueblos y ciudades a cazarnos y devorarnos. Afirmar que somos la única especie que se rodea de sus depredadores y los animales salvajes no dudarían en degustarnos a bocados es tener muy poca vergüenza, y presentarlos humanizados como nuestros depredadores, dotarles de nuestra misma inteligencia y maldad, pensamiento y racionalidad, en vez de simple instinto de supervivencia, cuando en realidad somos nosotros los hombres sus depredadores, sea cual sea su tamaño y fiereza, y sea cual sea el tamaño de sus presas, lo cierto es que la fauna salvaje no tiene ninguna oportunidad frente al hombre y nuestras actividades de presión que ejercemos contra sus hábitats. Si en algún momento ciertas especies como grandes felinos atacan al hombre, ha sido porque hemos introducido en sus entornos enfermedades que les han hecho perder el miedo a nosotros, porque hemos cazado a algunas especies de gran inteligencia y memoria como gorilas, osos, grandes felinos, elefantes, tiburones, cánidos, etc., y cuyos hábitats hemos invadido o reducido al mínimo. Los animales se sienten acosados, acorralados, maltratados y tienen todo el derecho a defenderse ellos y a sus familias. Afirmar que ciertos animales de los que nos rodeamos son nuestros depredadores es lanzar sobre la fauna salvaje una diana para que los mismos de siempre sigan masacrándolos, erradicarlos, cazarlos, secuestrarlos, matarlos, subyugaros, esclavizarlos, torturarlos, usarlos, etc, etc. El señor Juan Quintana mezcla astutamente en su artículo, cierta empatía por los animales a la vez que lanza dichas dianas. Yo diría desafortunadamente y empleando su misma dialéctica que es un lobo disfrazado de cordero dentro del rebaño. De una hipocresía manifiesta. Prácticamente es un perdonalobos. Como si el hombre tuviera el derecho y deber moral de nombrarse como el gestor de la naturaleza. Mal y terrible gestor. Por supuesto que los lobos deben reproducirse y crecer libremente en los montes y cerca de nuestros animales. Pero no son nuestros montes. Son de la comunidad, del planeta. Este señor quiere acotar los bosques, cercar el campo, ponerle puertas, elevar muros, vallas, en la selva, las estepas y sabanas, cuando ésto es lo que hay que hacerlo con el ganado que criamos para alimentarnos. Este señor quiere revertir la realidad, acomodarla a los intereses comerciales, productivos y de consumo, convertir a La Tierra entera en despensa gestionada por los poderosos terratenientes, que las ciudades sean la normalidad y la naturaleza salvaje lo anecdótico. Al señor Juán Quintana la vida salvaje le amenaza, le tiene miedo a la naturaleza libre, indómita. Habla de haber permitido los humanos que crecieran los lobos en libertad y de que debemos explicarles a los lobos que por ello no nos amenacen, sean agradecidos y no tengan la tentación de atacar a montañeros heridos, niños extraviados, vacas paridas, etc. Éste señor vierte puro victimismo y populismo barato.Los montañeros deben llevar medios disuasorios contra los animales, de los niños extraviados deben ser responsables sus padres y tutores, y de las vacas paridas sus pastores aparte de que los animales encinta deben estar en los apartaderos de sus establos, a resguardo. Eso de hablarles a los animales está muy bien en fábulas y cuentos. El señor Juán Quintana convierte en regla los ataques de animales salvajes a personas, en estados canadienses donde aparte de ser bastos territorios de naturaleza salvaje existen animales salvajes en gran número, y donde tienen que estar, en sus hábitats, porque los canadienses así lo quieren, han decidido proteger su biodiversidad y sus especies, por depredadoras que sean y por grandes que sean, están acostumbrados a vivir junto a animales salvajes, no de manera inconsciente sino tomando sus precauciones. Los canadienses no montan dramas ni teatrillos baratos, por dichos ataques. Asumen el riesgo y la responsabilidad. Claro que los animales salvajes pierden el miedo al hombre, porque éste trata de relacionarse con ellos, tomarlos por mascotas, humanizar los, invadiendo sus entornos naturales y salvajes, que es como deben mantenerse sus hábitats. Construimos ciudades y explotaciones al límite de fronteras con dichos entornos de naturaleza y fauna salvaje, los invadimos y presionamos. Es el hombre el invasor, el depredador, no los animales. ¿De dónde saca éste señor que ya no cazamos lobos u otros animales salvajes…en qué mundo vive encerrado éste señor…? Básicamente éste señor habla sin saber los detalles y circunstancias en que dichos ataques de carácter depredatorio y no por encuentros fortuitos entre hombres y animales, por sorpresa, se produjeron. Insinúa que de repente la fauna salvaje se ha organizado y confabulado para depredar al hombre, como si el hombre fuera un ser amable y protector, pacífico. Esto viene de lejos. Parece ser que éste señor pone la otra mejilla cuando invaden su casa, atacan a su familia o a él, lo acosan, maltratan. En España no se trata de hacer reproducir, crecer y extender las poblaciones de lobos por los territorios a nivel de plaga, sino de garantizar poblaciones mínimas que garanticen su inextinción, en sus hábitats naturales tradicionales de distribución, donde habitaban en el pasado, no de rodear pueblos y ciudades de bosques plagados de lobos que acosen a sus habitantes. En tal caso dicha convivencia o coexistencia de lobos y hombres claro que sería utópica. Pero no es ése el caso ni las intenciones de las instituciones territoriales y organizaciones dependientes del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico con la Estrategia de Conservación y Gestión del Lobo.
Hasta hace poco se botaban expediciones al Artico para descubrir las últimas fronteras naturales. Hoy el reto es luchar porque no desaparezcan. Hay personas a las que la conservación de la naturaleza y sus especies les importa «nada», y se dedican a escribir artículos a una columna, infantiles y negacionistas del cambio climático, y hay periódicos en los que se les da espacio y púlpito, presentando el asunto de manera simplista y dedicándose a denostar a la fauna salvaje, presentándola como a un conjunto de seres invasores con instintos asesinos que acosan los entornos humanos es de una amoralidad que trata de revertir la realidad. La realidad es a la inversa. Este señor no sabe lo que pasa en el mundo. Vive en un mundo de yupi idealizado aparte de falso. Este hombre no se ha enterado que en China por ejemplo secuestran a osos de la luna para mantenerlos enjaulados, abrirles vías directas a la bilis de su hígado para ordeñársela e incluirla en botellas de alcohol que unos cuantos flipados consumen bajo la creencia de que les dotarán de ciertas cualidades poderes o beneficios, del todo falsos y supersticiosos. Esta aberración del trato que causamos a los animales y entornos es la regla en nuestro planeta, no es la excepción, ésta es la triste realidad normalizada. Ante éste panorama claro que la coexistencia entre fauna salvaje y el hombre es una utopía, pero en un único sentido, el de a causa del trato que el hombre infringe a los animales salvajes, y no a la inversa ni en reciprocidad. No hace falta que una ley o estrategia de conservación de cualquier especie salvaje indique los problemas y riesgos que entraña la convivencia entre hombres y animales salvajes. Y por supuesto dicha coexistencia no es una utopía. Quien afirma ésto delata de manera clara su pensamiento extincionista de toda clase de animales salvajes, relegarlos a zoos como hasta ahora, y está a favor de la presión demográfica humana en los entornos naturales y los hábitats que albergan dicha fauna y que èstos los sostienen a su vez. Este señor sí que desvaría contranátura con su artículo, presentando al lobo como al enemigo público de ganaderos, una fiera humanizada y desatada que se dedica a depredar al ganado y a humanos. Me recuerda a esos conspiranoicos: «nos fumigan, nos fumigan…! quieren reducir a la población mundial mediante lobos…el lobo…el lobo, que viene el lobo…y cuando fue real nadie lo creyó ni fue en auxilio de su rebaño…el lobo lo devoró entero. No creo a éste señor. Simplemente es un teatrero paternalista y melodramático que piensa en los hombres como en seres superiores con derecho a decidir sobre la vida o muerte del resto de especies que éste permite nacer, crecer, reproducirse y extenderse por guetos y reservas, el campo vallado, y cazarlos cuando le interese. Esta gente habla como si en el mundo no hubiera otra cosa que vacas y lobos, pero aparte de ésta guerra enquistada entre ganaderos y el lobo, desde demasiados años, y ya es hora de ponerle solución, como otras guerras ambientalista, conflictos entre fauna salvaje, que en otras partes del mundo ya ha sido superada, y que en las cuales si entre los actores interesados no se ponen de acuerdo, las políticas ambientales y de protección de entornos naturales y sus especies, que es el verdadero valor y riqueza de un territorio, el que sostiene al resto de actividades humanas, son las que han zanjado el asunto, cuando las partes no lo solucionan. Además, es que en España, tras el lobo, viene o ha venido el resto de especies: oso pardo, zorro, lince, buitre quebrantahuesos, etc., algunas de las cuales se iban erradicando por considerarlas alimañas, es decir, animales plaga perniciosos para el ganado y los intereses humanos productivos. Además, ¿porqué hay que dar privilegios a la ganadería, cuando todas las actividades humanas y productivas se tienen que adaptar al reto climático de transición ecológica y cumplir su cuota de gestión ambiental…? ¡Ya está bien señores ganaderos de tanta vaina y mismo con que se les trata!…A cumplir a cumplir, como todo cristo y dios, que no son ustedes más altos y guapos que el resto…
Buenas.
El humanoide antes que el lobo no sólo caza animales de ganadería en extensivo, no se de donde eres, pero de donde se convive con él, no desde luego. El lobo no sólo ataca a la cabaña de ganadería en extensivo, cuando es abundante (como en Galicia) las manadas que se forman nuevas buscan nuevos territorios, si no los encuentran donde abundan los potros, los terneros, las ovejas, cabras, etc pues se acercan a los pueblos y allí se comen lo que encuentran, perros, gatos, ponis, etc y no le importa que estén a 500 o 2 mtrs de una casa(si quieres te envío fotos), o se especializan en cazar perros de cazador, los esperan y en 15 min te queda medio sabueso, por lo que te repito no solamente ganadería abandonada (como dices) en el monte.
Antiguamente tus abuelos ponían trampas, cebos e incluso se hacían cacerías para regular la coexistencia, para poder vivir.
Hoy no hay que llegar a eso, pero se llegará debido a las leyes tomadas por gente que no escuchan ni se informa, gente que escucha solamente a animalistas de salón y parque, que pena…….por el pobre lobo(uno de mis animales preferidos).
Un saludo.
Tu heres tonto amigo y ademas innorante.si no sabes de lo que hablas es mejor que cierres el pico que no tienes idea de nada y apino como el otro señor tu heres gilipollas mira berzotas.esas personas se dejan la piel por sus animales porque viven de hellos y los lobos que coman mierda entiendes tontito y no digas mas nabosadas baboso y si esa gente ban al supermercado acaso tu no vas estupido callate que dad asco quien herrs tu para hablar en ese tono no as trabajado en tu bida retrasado callate porfabor innorante.asi te coman ati los guebos por idiota
Los que defienden al lobo deben ir a cuidarlos a los montes…sin armas…para que no sea solo su lengua lo que los defiende…
Los lobos no necesitan que los cuiden. Y si estás amenazando, ojito.
que listos sois los ganaderos cobrando suvenciones por la cara el lobo que quede claro es del monte y el unico lobezno es el hombre y asaja dejar de mertir
El lobo para el ganado es igualito que el cáncer para el ser humano….por lo tanto….quienes defendeis al lobo….. estáis a favor del, cáncer, covid, gripe, maltrató a la mujer…en definitiva, estáis a favor de todos los males y enfermedades que nos hacechan…
Idiota, no cobramos subvenciones,son compensaciones para que el precio de la compra sea muy inferior a lo que lo serían de no ser por las ayudas PAC.
No sólo los lobos crecen en número, también en astucia. Atraviesan cercados, hacen túneles, se ponen botas para ocultar las huellas y, una vez cometidas sus fechorías, se llevan de recuerdo collares de perros, cencerros y crotales.
Jejjejejejejeje
SALVADOR SÁNCHEZ.
Con sus actitudes de maleducados faltones, sobérbios e incultos no se va a arreglar el asunto no del lobo, es de la convivencia del lobo y la ganadería extensiva….¡extensiva, no intensiva…!…No sólo mezclan uds. churras con merinas: animalistas, maltrato a mujer…y demás falacias de demagogos populistas. Y no me extraña, si Echenique mezcla ideologías políticas y voto con violadores y machistas…El mal no tiene ideología, lo hay en unos y otros bandos, como niñatos de 15 años no tienen ni edad ni inquietudes antifascistas…sólo rabia ciega, manipulable por ultras de derechas e izqdas. y voluble…Pues lo mismo uds…de uno y otro bando. Este asunto no se arregla a insultos, ni sin empatía por parte de todos los actores implicados, e interesados, poniéndose en el lugar de todos los otros: ecologistas y ganaderos, carniceros y hosteleros rurales, turistas, asociaciones ganaderas, ordenadores del territorio, etc…El lobo es necesario como todas las especies, pero en su lugar, y la ganadería extensiva en el suyo. A ambos hay que regular, en éstos tiempos de sostenibilidad, deriva del uso de combustibles no fósiles, consumo racional, desarrollo y producción sostenible, protección y regeneración medioambiental, con políticas coherentes y justas, que no las hay, con normas adecuadas a cada territorio, y estudios serios sobre las poblaciones de manadas, sus movimientos, sus costumbres…Pero todo ello se dejó de la mano de Dios, y ahora no hay dios que lo arregle de la noche a la mañana. Se perdió la cultura de convivencia con el lobo como con la del oso o el lince y el búfalo. Hay que regular tanto al lobo como a la ganadería extensiva por su territorio. Quien no entiende èso es partidista y demagogo. Ni se puede extender al lobo hasta las puertas de los pueblos, ni la ganadería hasta lo alto del monte, a las mismas guaridas del lobo. Y para ello hay que buscar los medios para que el lobo no se alimente sólo exclusivamente de ganado doméstico, ni éste se introduzca hasta las mismas guaridas del lobo. Hay que reintroducir sus especies presa con suficientes rebaños de venados y jabalíes para que se pueda sustentar en su mayoría de ellos. Y buscar los medios para que los ataques reales del lobo a ganado correctamente establecido, regulado y protegido como extensivo sean los menos a los que verdaderamente indemnizar, de manera justa y rápida. Eso de que los ataques de lobo a ganado son la regla es una falacia. A ganado abandonado a su suerte sí…A ganado vigilado no…Lo mismo que hay rebaños abandonados sin tratar sanitariamente por el monte porque a los dueños sólo les interesa la subvención y cuidar el ganado desde la taberna del pueblo, sin perros, sin rediles adecuados, etc…Y también hay lobos donde no los debe haber, porque cada CC.AA se ha despreocupado del asunto, ha abandonado como lo hacen los Estados sus obligaciones de ordenación territorial, ambiental y demográfica.O en cada CC.AA se han establecido distintas políticas inadecuadas a la realidad. Unas sobreproteccionistas con el lobo y permisivas con la ganadería y otras a la inversa. Cuando ambas tienen derecho a existir en el mundo rural y ambas cumplen sus funciones vitales y culturales esenciales para el desarrollo de los territorios. Tenemos perros porque domesticamos a lobos, y ganado porque domesticamos a especies de ganado salvaje, y nos convertimos al pastoreo y sedentarismo. Hay que dejarse de insultos de brutos cromagnones, y ponerse a trabajar entre todos…porque insultarse y vetar el derecho de opinión y de sentarse a la malllamada «mesa del lobo» de cualquier actor implicado en el asunto es la excusa para no trabajar en su ordenación y regulación. Entre todo los actores implicados e interesados en tener buena carne a la mesa y buenas experiencias en la naturaleza del mundo rural es que hay que ponerse el buzo en el camino de la convivencia de ambos sectores. Quienes sólo miran por lo suyo vetan los otros derechos de quienes quieren disfrutar de la experiencia completa: avistar lobos, tener un buen chuletón a la mesa del hostal rural, y empaparse de la cultura de los pueblos con encanto…Lo demás, lo de todos uds. con sus insultos y desprecios a los otros es de brutos ignorantes. Ni puta idea ni de ganado ni de gestión ambiental, ni de lo que verdaderamente interesa, que es ceder todos un poco para, que todos ganemos. Pero sobre todo sentarse todos los implicados interesados con el buzo de querer trabajar en la «mesa del lobo y la ganadería extensiva», repito, ¡lobo y g.extensiva…!.Desde el bar, ni se cuida del ganado ni se espantan lobos…Espantan, no se matan…Se recogen de donde sobran y se reintroducen donde escasean, después de un tiempo de readaptacion a sus nuevos territorios…El monte no es del dominio ni propiedad de nadie y es de todos. Es usufructo de todos…Usufruto temporal, no adueñamiento. Pero en éste país todo se arregla a escopetazos, y moviendo mojones h linde a favor. Uds. lo demuestran…mosquitos a cañonazos.