La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha respondido a las quejas de los regantes sobre el fin de la subvenciones al agua desalada -al expirar el decreto ley de sequía- y ha alegado que su departamento ultima un nuevo decreto transitorio que llevará al Consejo de Ministros «a la mayor brevedad posible».

Así lo ha asegurado la vicepresidenta tercera en declaraciones ofrecidas a los medios en vista del descontento que ha suscitado en la comunidad de regantes -y que ha manifestado también el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig– la subida del precio del agua desalada, que Puig ha tachado de «absolutamente inaceptable».

El nuevo decreto que ultima la cartera de Ribera, que ha sido «debatido y consensuado con los actores implicados en las últimas semanas de diciembre», busca responder a la situación de los regantes, que hasta el 31 de diciembre se beneficiaban del decreto ley de sequía que subvencionaba el agua desalada y que ha expirado «al no seguir registrándose los umbrales establecidos en la citada norma».

Consciente de esa situación y del «precio de la energía necesaria para el proceso de desalación», el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) anticipa que llevará la nueva medida al Consejo de Ministros a la mayor brevedad posible.

Sobre la intención anunciada por Puig de presentar alegaciones ante el Consejo de Estado en defensa del trasvase Tajo-Segura, afectado por la creación de un caudal ecológico según prevén los nuevos planes hidrológicos, el Miteco ha defendido el «alto grado de consenso» con que cuentan estos planes, fruto de la «transparencia y el diálogo» mantenido con las partes implicadas y en todas las fases.

EL CAUDAL ECOLÓGICO DEL TAJO SE HARÁ DE FORMA GRADUAL Y GARANTIZANDO EL ACCESO AL AGUA DE LAS DOS CUENCAS

El plan hidrológico del Tajo fija un caudal ecológico para el río «que hasta ahora no existía», ha destacado el Miteco, algo que era una «anomalía con el resto de ríos y cuencas españolas».

La creación de caudales ecológicos es un «requisito ineludible que tenemos que acatar para dar cumplimiento a varias sentencias y requerimientos de la Unión Europea, que han llegado a la conclusión de que el río Tajo en su cabecera tiene un serio problema de equilibrio ambiental», ha recordado el ministerio de Ribera, para enfatizar que el caudal ecológico del Tajo se hará de forma gradual y garantizando el acceso al agua de las dos cuencas, la que cede y la que recibe.

«El Gobierno está haciendo una apuesta por la búsqueda de fuentes alternativas de agua para las cuencas receptoras del trasvase, con inversiones millonarias -más de 650 millones de euros- para ampliar la capacidad de desalación de las plantas desalobradoras en el Levante», han asegurado fuentes del ministerio.

También han incidido en la nueva «estrategia integrada de impulso a las renovables -en particular, la fotovoltaica- para abaratar el coste de la energía y garantizar que ese agua llegue a los usuarios a precios asumibles y competitivos».

Asimismo, el Miteco ha subrayado las alteraciones del régimen hídrico en este país a causa de la crisis climática, que «a medio y largo plazo» se traducirán en «una importante reducción» de los recursos hídricos, y en una mayor intensidad y frecuencia de fenómenos extremos, como sequías e inundaciones.

En el marco de adaptación a estos fenómenos, los nuevos planes hidrológicos -que se esperan aprobar en 2023- plantean un «cambio de tendencia» respecto al uso de recursos hídricos con, por ejemplo, una reducción de las asignaciones de agua, que para el conjunto de las demarcaciones intercomunitarias supone pasar de los 28.000 hm³/año que figuraban en los anteriores planes a 26.800 hm³/año.

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