El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, ha anunciado este viernes 17 que el uso de la mascarilla no será obligatorio para los trabajadores de la agricultura y la construcción, ya que hacen un esfuerzo intenso y continuado en el tiempo.
Al término del Consejo de Gobierno, Vergeles ha anunciado que a principios de la semana que viene el Diario Oficial de Extremadura (DOE) publicará una resolución que aclarará las dudas que se están produciendo y que en el caso de esos trabajadores flexibiliza la obligatoriedad.
Sobre el campo y la construcción, ha indicado que hay que evitar que esos trabajadores sufran un golpe de calor por usar la mascarilla, y aunque no será obligatorio su uso ha recalcado que deben de cumplir con la distancia de seguridad de metro y medio.
Ha aclarado que es obligatoria en la vía pública, al aire libre y en cualquier espacio cerrado abierto al público, además de en todos los centros de trabajo de titularidad pública y privada, en zonas abiertas o de atención al público o de uso común de los trabajadores, como por ejemplo para el descanso.
También en los despachos o asimilados en los que no se garantice una ventilación individualizada, aunque los ocupen una sola persona, y en los medios de transporte.
Cabe recordar que esta semana, La Unión de Extremadura había solicitado al Consejero de Sanidad y Servicios Sociales de La Junta de Extremadura a que «de manera explícita, para que no haya problemas de interpretación, se emita una indicación de las autoridades sanitarias en la que conste que el trabajo realizado a la intemperie en el sector agrario, está exento del uso de la mascarilla mientras dure el mismo. Entendemos que se debe aclarar este punto y no dejar a la interpretación de cualquier inspector de trabajo o fuerzas del orden público. Podemos entender que en un despacho con aire acondicionado se puede hacer obligatorio el uso de la mascarilla, pero no en las actividades descritas».