Vuelve la incertidumbre al mercado de los cereales. El Ejército ruso volvió a atacar en la noche del martes 5 con drones el distrito portuario de Izmaíl, en la región sureña de Odesa y a orillas del Danubio, donde destruyó infraestructuras agrícolas y mató a un trabajador del sector.

“Durante casi tres horas, los terroristas rusos atacaron con drones el distrito de Izmaíl, en Odesa”, ha informado en su cuenta de Telegram Oleg Kiper, jefe de la Administración Militar de esta región que linda con la frontera de Rumanía, el país de la OTAN con más kilómetros de frontera con Ucrania.

Kiper agregó que “un trabajador de la industria agrícola que fue herido de gravedad murió en el hospital” esta madrugada como consecuencia del ataque ruso, perpetrado, una vez más, con drones kamikaze Shahed desarrollados en Irán, según recoge euronews.com.

Esta nueva oleada de shaheds, explicó el jefe de la Administración Militar de Odesa, han provocado daños en elevadores, edificios administrativos e infraestructuras de empresas agrícolas.

Desde que a mediados de julio diera por terminado el acuerdo del grano, por el que durante un año se comprometió a garantizar la salida de cereal ucraniano de tres puertos del Mar Negro de Odesa, Rusia ha atacado todas las semanas infraestructuras agrícolas y portuarias dedicadas a la exportación de productos del campo ucranianos, creando incertidumbre en los mercados cerealistas.

El presidente ruso, Vladímir Putin, exige que se levanten algunas de las sanciones que pesan sobre el sector agrícola ruso para volver al acuerdo que permitiría a Ucrania volver a exportar de manera sostenida a través del Mar Negro, al tiempo que destruye infraestructuras agrícolas y decenas de miles de grano almacenado ucraniano.

Rusia ya atacó la madrugada del lunes el puerto del Danubio de Reni, en el distrito de Izmaíl y utilizado por Ucrania para exportar un número creciente de productos agrícolas ante el bloqueo militar ruso del Mar Negro. Kiev dice tener pruebas fotográficas de que uno de los drones rusos utilizados en ese ataque cayó en territorio rumano, algo que Bucarest niega.

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