El estallido de la guerra en Ucrania ha puesto en una situación límite a los ganaderos. Por una parte, por la gran dependencia de la importación de piensos para el ganado tienen los fabricantes españoles quiénes, tras el conflicto geopolítico, han visto peligrar la garantía de suministro para cubrir las necesidades de alimentación del ganado.  Por otro lado, por el incremento del precio de las materias primas, ya que entre un 15 y 20% del gasto en las explotaciones se debe a la alimentación animal.

Con el objetivo de mermar los costes en la alimentación en rumiantes que soportan los ganaderos y reducir la dependencia externa de granos para la elaboración de piensos nace el Grupo Operativo ‘Nuevos cereales y leguminosas para la ganadería andaluza’, también conocido como Celegand.

Este consorcio está liderado por la cooperativa ganadera Covap y cuenta con la participación de la empresa obtentora de semillas Agrovegetal; la cooperativa agroganadera Los Remedios-Picasat; el equipo de investigación Optimización y Control de Sistemas Distribuidos (ODS) del Departamento de Ingeniería de la Universidad Loyola; y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, además de la colaboración del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) y la Fundación Centro de Investigación y Calidad Agroalimentaria (Cicap).

El objetivo de este proyecto de innovación es estudiar nuevas variedades productivas de cultivos más eficientes y sostenibles capaces de amortiguar el efecto del cambio climático, gracias a una menor demanda hídrica y a una mayor resistencia a plagas y enfermedades. Pero, al mismo tiempo, se buscan variedades que cuenten con unas características nutricionales de calidad y digestibilidad óptimas de alimentación para el ganado.

Aparte, incluye la utilización de tecnologías IoT e Inteligencia Artificial en el cultivo de los cereales, para la monitorización y el diagnóstico rápido de la planta en base a variables agroclimáticas y ambientales, buscando un manejo agronómico más eficiente y sostenible.

Tras dos años de intenso trabajo, Celegand ha presentado sus resultados finales. Entre ellos destaca “la presentación al registro de la Oficina Española de Variedades Vegetales de nuevas variedades de trigo y triticale que han resultado ser más productivas que las testigos para hacer partidas homogéneas de ensilado, heno y pienso destinadas a la alimentación para el ganado, principalmente vacuno de leche y caprino”, declara José Antonio Rísquez, director de Innovación de Covap, entidad representante del proyecto. Además, se ha desarrollado “una plataforma (software) que se puede consultar desde cualquier dispositivo smartphone, ordenador o tablet conectado y que facilita información del estado de la planta en tiempo real”.

ZONAS DE EXPERIMENTACIÓN

El proyecto ha contado con distintas zonas de experimentación para la realización de los ensayos, con parcelas pertenecientes a las cooperativas Los Remedios-Picasat y Covap.

En concreto, se han realizado ensayos de cereal (trigo y triticale para ensilado y pienso) durante tres campañas consecutivas (cosechas 2021, 2022 y 2023). Así, en los campos experimentales gestionados por Los Remedios-Picasat se han estudiado “cinco variedades de trigo blando y nueve variedades de triticale preseleccionadas por su alta productividad en las campañas precedentes”, señala el responsable de Innovación de Covap.

En el caso de los trigos, la media productiva de las nuevas variedades ha sido superior a la media de los testigos (trigos Artur Nick y Tocayo), con diferencias de hasta un 8% más de cosecha en algunos casos. Además, “el rendimiento medio de las cinco variedades de trigo blando es similar al rendimiento medio de las nueve variedades de triticale estudiadas”.

Los buenos resultados han llevado a registrar una nueva variedad de trigo blando y otra de triticale, ésta última interesante para el agricultor “al presentar un ciclo más largo que el resto”.

En cuanto al campo de experimentación gestionado por la cooperativa Covap, en la zona del Valle de Los Pedroches y en la de Fuente Obejuna, se han estudiado 25 variedades de triticales, avenas y trigos durante las tres campañas del proyecto.

Así, atendiendo a factores como son la rentabilidad (euro/hectárea) y el rendimiento al 30% de materia seca, “la variedad Airoso es la que ha obtenido los mejores resultados en comparación con el testigo, el triticale Bondadoso, el más utilizado por los agricultores de la zona para la producción de silo”, señala José Antonio Rísquez.

DIGITALIZACIÓN

El componente innovador del proyecto incluye la utilización de nuevas herramientas digitales en el cultivo. De hecho, se han usado dos tipos de nodos inteligentes con tecnología IoT. Unos para la medición en continuo de parámetros ambientales como la temperatura y la humedad relativa del aire o el contenido de nitrógeno y la humedad en el suelo; y otros equipados con cámaras y visión artificial con los que se han obtenido imágenes para determinar variables indicativas del rendimiento de las variedades estudiadas.

Esta información se ha integrado en una plataforma (software) para mejorar la monitorización en tiempo real, lo que puede facilitar la detección automática de plagas y problemas nutricionales del cultivo, mejorando la eficiencia y sostenibilidad en la aplicación de fitosanitarios o fertilizantes.

Para asegurar la accesibilidad a este software, la Universidad Loyola, responsable del desarrollo tecnológico, ha realizado dos cursos de capacitación para los socios y técnicos de las cooperativas y de la empresa Agrovegetal, a los que se les han facilitado las claves y login necesarios para su utilización, por lo que esta herramienta ya está en uso.

El Grupo Operativo Celegand cuenta con un presupuesto de 272.024,78 euros y está cofinanciado por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER) a través del Funcionamiento de los Grupos Operativos de las Asociaciones Europeas para la Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas al 90%, y por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, que aporta el 10% restante.

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