Tras la Asamblea Informativa celebrada el pasado viernes en Lebrija, convocada por las Comunidades de Regantes, las Cooperativas, los Alcaldes y COAG Sevilla, los regantes de la Comarca del Bajo Guadalquivir acordaron comenzar un periodo de movilizaciones para exigir a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir una pequeña dotación de agua de riego que necesitan los cultivos en estos días para concluir su ciclo vegetativo. La primera acción se llevará a cabo el día 13 de julio aprovechando la sesión ordinaria de la Junta de Explotación del Guadalquivir Bajo.

La zona regable del Bajo Guadalquivir se caracteriza por cultivos de marcado carácter social, hortícolas, remolacha, tomate de industria y algodón mayoritariamente, que mantienen el tejido productivo rural con industria asociada y generadores de empleo. Además, en esta zona se han acometido importantes inversiones en obras de modernización de regadíos y gracias a estas, se usan sistemas de riego muy eficientes, que permiten controlar en todo momento el volumen consumido.

«Sabemos que el objetivo, tal y como lo han anunciado desde Confederación en numerosas ocasiones, es impedir que la cuenca entre en situación de emergencia. Estamos de acuerdo con esta premisa y confiamos en que ningún regante desea esta situación, pero según el mismo Plan Especial de Sequía aun queda margen para proteger a toda la cuenca de este estado, ya que el umbral para entrar en situación de emergencia está en 914Hm3 embalsados. Actualmente, a fecha de hoy, hay 1.736,390 Hm3.»

Necesitan menos de 13 Hm3 para cubrir sus necesidades de riego sin dejar perder sus cultivos

Además de este margen, la petición se basa en los datos de la tabla de desembalses de referencia con la que se decide cuál es el volumen adecuado a desembalsar según el volumen embalsado en cada sistema y mes del año, confeccionada en base a la experiencia de situaciones de sequía de los últimos 15 años. Con esta referencia los convocantes saben que, en ningún momento, se ha llegado al máximo desembalse que el sistema soportaría sin comprometer la cuenca.

El día 9 de junio, con 1.902Hm3 embalsados, el máximo desembalse de referencia era de 1.020hm3, lo que supone un margen de actuación de 95Hm3, que descontando la reserva de 40 Hm3 reservados para el olivar nos quedarían 55 Hm3 para hacer un segundo reparto.

Las dos Comunidades de Regantes de la zona regable del Bajo Guadalquivir, han calculado que necesitan menos de 13 Hm3 para cubrir sus necesidades de riego sin dejar perder sus cultivos. El cálculo se hace en base a la reducción de su dotación recibida por parte de Confederación, a la mitad de la concesional, y contando con una pérdida del 20% de la dotación en lugar del 50% que se proponía inicialmente, con lo que se salvaría gran parte de la cosecha.

«En las actuales circunstancias, nos encontramos con que muchos regantes tienen ya sus contadores llegando al límite por lo que se han planteado abandonar unos cultivos para medio salvar otros y por tanto se va a dejar de contratar mucha mano de obra, y lo peor es que los cultivos que no se han secado ya, se secarán en las próximas semanas si no se atienden nuestras demandas, con lo que se incrementará sustancialmente la pérdida de jornales contratados», añaden.

A los jornales perdidos hay que añadir la reducción de actividad económica y el cierre de establecimientos de la industria auxiliar y cooperativa que se producirá por el abandono de los cultivos.

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