Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos señala que, tras un año de la entrada en vigor de la reforma laboral, se puede constatar  la tendencia que ya se venía anunciado de caída de contratación en el sector agrario, que calculan en un 34%, tras un año de reforma. Esto provoca, según la organización, «los profesionales con explotaciones medianas intentamos arreglarnos buscando menos trabajadores y alargando nuestras campañas y nuestras jornadas»

La organización agraria destaca que se ha producido una caída media de las contrataciones mensuales en agricultura de más de 80.300, debido a que el aumento de las contrataciones indefinidas no ha compensado la reducción de las modalidades de contratación temporal, confirmando el error del Gobierno, denunciado en su momento por Unión de Uniones, por no haber consultado al sector.

Unión de Uniones explica que la reforma laboral aprobada por el Gobierno, cuya entrada en vigor se produjo el 1 de abril del pasado año, supuso la desaparición de la contratación eventual y por obra y servicio, que constituían el grueso del empleo en el sector agrario; así como su sustitución por contratos temporales ligados a circunstancias de la producción y el refuerzo de la figura del fijo discontinuo.

En este período de 12 meses, con las nuevas reglas funcionando y según los datos publicados por el propio Ministerio de Trabajo y Economía Social, habría de media, respecto al periodo anterior a la Reforma, 80.340 contrataciones menos al mes, lo que representaría una caída del 33,4%. Esto se debe a que el hecho de haberse multiplicado casi por 10 los contratos indefinidos, incluidos fijos discontinuos (de una media de 8.430 al mes a 82.440), los contratos temporales se habrían reducido, de los 231.400 de media al mes antes de la Reforma, a los 77.380 a partir de su puesta en marcha, con una caída del 66,6%.

“LOS PROFESIONALES CON EXPLOTACIONES MEDIANAS INTENTAMOS ARREGLARNOS BUSCANDO MENOS TRABAJADORES Y ALARGANDO NUESTRAS CAMPAÑAS Y NUESTRAS JORNADAS»

Esto demuestra, según Unión de Uniones, que las nuevas modalidades de contratación no se han adaptado bien a un sector con una altísima temporalidad en su actividad. Los nuevos contratos temporales por circunstancias de la producción tienen, con toda la intención por parte del Gobierno, una serie de limitaciones que reconducen la mayoría de las situaciones a los contratos fijos discontinuos. Estos contratos, a su vez, a juicio de Unión de Uniones, presentan complejidades, relacionadas con la variabilidad de la demanda de trabajo, los mayores costes y burocracia para empleadores y empleados, la rotación de los trabajadores y las notificaciones que ésta conlleva.

«El Gobierno podrá vender como un éxito que los indefinidos se hayan multiplicado, aunque estén sin trabajar el mismo tiempo que antes» señalan desde Unión de Uniones «pero la verdad es que, para no caer en todas las complicaciones del nuevo sistema, los profesionales con explotaciones medianas intentamos arreglarnos buscando menos trabajadores y alargando nuestras campañas y nuestras jornadas». Para la organización aprobar la reforma laboral precipitadamente y sin consultar al sector fue un grave error del Gobierno y, particularmente de la Ministra Yolanda Díaz; error que, además, transcurrido un año parece empeñada en no corregir. A la vista de otras cuestiones como la Reforma de Autónomos, que también se hizo ignorando al sector agrario, «lo del Gobierno abierto y la nueva cultura de la gobernanza no sabemos para quien será, pero desde luego, no parece que cuente para los agricultores y ganaderos», concluyen.

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